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Real Madrid - Córdoba

El Córdoba juega en Primera División 42 años más tarde

El Córdoba era uno de los equipos de moda de la Liga en los 60. En 1965 acabó quinto y en 1967 llegó a semifinales de la Copa. Después descendió y volvió a ascender.

1971-72. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Campos, López, Torres, Sanchís, Rodri, Tejada, Rojas, Fermín, Causanilles, Del Bosque y M. Cuesta.

El Córdoba vivió sus años dorados en la década de los sesenta, en los que estuvo ocho años de manera ininterrumpida en Primera y tuteando a los grandes. Tuvo su cénit en la 64-65, en la que acabó quinto el campeonato de la mano del técnico Ignacio Eizaguirre. También en 1967 disputó las semifinales de Copa ante el Athletic. En la 68-69 llegó el descenso. Pero pronto se retomó la máxima categoría. La última campaña del Córdoba en Primera fue la 71-72, recordada porque una victoria ante el Barça en El Arcángel, en la penúltima jornada y con el equipo descendido, dio la Liga al Madrid. Han pasado ya 42 años de aquello...

Esa temporada también es recordada porque a las filas blanquiverdes llegaron unos jóvenes Fermín (fue el que marcó el gol de penalti que tumbó al Barça) y Del Bosque, ambos cedidos por el Madrid (como parte de la operación de Verdugo, que había sido traspasado al Córdoba) y Sanchís padre, este último también traspasado. Nadie mejor que Fermín y Del Bosque para recordar para AS cómo era aquel Córdoba con tanto encanto.

Del Bosque estaba empezando: “Fue un paso más en mi formación. Entonces no existía el Castilla, sino un amateur. Yo había estado un año antes en el Castellón, pero tuve una lesión de menisco y otra de clavícula y pasé desapercibido. Después de estar esa temporada en el Córdoba volví un año al Castellón”. Él y Fermín pasaron una temporada inolvidable allí. Fermín: “Era una gran familia. Al principio nos fuimos a vivir a una residencia, el Selu. Imagínese en Córdoba en julio o agosto. Teníamos que dormir tirados en el suelo de terrazo, que era fresquito. Luego, Vicente y yo nos fuimos a vivir a casa de López Prieto, un histórico”. El ahora seleccionador daba sus primeros pasos: “Yo era un chavalín y estaba rodeado de profesionales, y me enseñaron lo que era un vestuario”.

Del Bosque recuerda que una cláusula les impedía a él y a Fermín jugar ante el Madrid (sucede como ahora). No así a Sanchís. “Yo llegué a jugar con Sanchís padre en el Córdoba y con el hijo en el Madrid. El padre salió del Madrid después de que se perdiera la Recopa ante el Chelsea. Se fue mucha gente”, rememora Del Bosque.

Había dos almas en aquel Córdoba de la 71-72. Una el mítico presidente Campanero. “Era una especie de Bernabéu. Y el vicepresidente era del mismo corte. Eran líderes morales. Era lo que se llevaba. Entraban en el vestuario, alguna vez hasta nos hacían rezar un padre nuestro...”, dice Del Bosque. Y la otra, el técnico, Vavá, que fue delantero centro de la Selección de Brasil: “Nos divertíamos jugando. Teníamos libertad. Llegábamos una hora antes de lo fijado a entrenar porque nos gustaba trabajar con él”, afirma Fermín. “Un hombre bueno, limpio, extraordinario. Un caballero”, le describe Del Bosque.

Ese último paso del Córdoba en Primera será recordado por la Liga que le quitó al Barça (le ganó en El Arcángel, ya descendido, en la penúltima jornada) para dársela al Madrid (que estaba dos puntos arriba y perdió en el Calderón en esa jornada). Las crónicas hablan de la suculenta prima que Bernabéu pagó a los jugadores del Córdoba. Nuestros protagonistas prefieren ser discretos: “Teníamos que aprovechar cualquier oportunidad de despuntar”.

la última visita del Córdoba

El Madrid recibió por última vez al Córdoba en el Bernabéu el 13 de febrero de 1972. Curiosamente, el mismo día que Paquito Fernández Ochoa logró la medalla de oro en la modalidad de eslalon especial en los Juegos Olímpicos de Saporo. Ese día también es recordado entre la gente del fútbol por el repentino fallecimiento del que era en ese momento gerente del Valencia, Vicente Peris. El encuentro entre el Madrid y el Córdoba comenzó con un tempranero gol visitante y finalizó con una rotunda victoria del líder de la Liga, pese a que al descanso se llegó con 1-1. Sin embargo, una salida en tromba del Madrid en el segundo tiempo culminó la goleada con un doblete de Santillana. Aquel choque es de triste recuerdo para Causanilles. El castellonense tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 23 con una fractura de tibia de la pierna derecha, a raíz de una entrada en plancha de Touriño. —M. Sainz