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Caso Murcia | La intrahistoria

Del abandono de 1992 al Concurso sin quita de 2009

Según publicó La Verdad el 10 de agosto, la deuda actual del Murcia gira en torno a unos 45 millones según descubrió una auditoría de finales de 2013.

EXPERIENCIA. Samper, larga trayectoria en el fútbol.

En otra de las mil paradojas del caso Murcia, Jesús Samper era secretario general de LFP cuando el club pimentonero fue descendido por primera vez en los despachos en junio de 1992. Según Real Decreto 1084/1991 de 5 de julio sobre Sociedades Anónimas Deportivas, se obligaba a convertirse en SAD a los clubes que participasen en competiciones profesionales. Ayuntamiento y empresarios no pusieron toda la carne en el asador y el Murcia, que había sido undécimo en Liga, se marchó a Segunda B el 18 de junio en beneficio del Sestao.

El Murcia malvivió entre demandas, embargos e incluso un encierro de futbolistas en noviembre de 1994. Sumó hasta ocho presidentes hasta que en 1998 llegó Jesús Samper, que vio negocio donde los empresarios locales no. Por unos cinco millones adquirió el club y, además, se hizo con unos terrenos rústicos en la zona norte de la ciudad que, con el paso del tiempo, se convirtieron en urbanizables. Allí se construiría el nuevo estadio.

El Murcia ascendió a Primera en la temporada 2002-03, pero no se consolidó y disparó su deuda cuando se trasladó a la Nueva Condomina. Entonces hizo los fichajes más caros de su historia: Fernando Baiano (cinco millones), Goitom (tres millones), Despotovic (1,2 millones en Segunda). Los proyectos deportivos, al fin, engordaron la deuda hasta que, en febrero de 2009, el Murcia solicitó de manera voluntaria el concurso de acreedores para articular un plan de viabilidad. Para entonces, su deuda ascendía a 30 millones.

La excepcionalidad del proceso concursal pimentonero es que no hubo quita cuando llegó el convenio de acreedores. Esto es, si el Betis bajó su deuda de 39,1 millones a 19,5, un 50 por ciento, el Murcia rechazó la quita. La versión buenista es que Samper quería pagar todo a todos sus acreedores. La escéptica, que evitó la quita porque entre los acreedores había empresas de su propiedad.

La administración concursal estableció un plazo de cinco años pero el segundo, que debió abonarse en diciembre de 2012, aún no se ha hecho efectivo del todo. Además, Samper se llevó el plazo de 2013 a 2015 en una maniobra permitida pero que le obligará a hacer frente a un pago de hasta 15 millones de euros en 2015 si no quiere ver disuelta la sociedad. Según publicó La Verdad el 10 de agosto, la deuda actual del Murcia gira en torno a unos 45 millones según descubrió una auditoría a la que fue sometido el club con fecha 31 de diciembre de 2013 y a la que accedió Tebas. Samper litiga por la inscripción del Murcia en Segunda, pero ya se plantea la venta.