Alejandro Sabella se inventó un lateral zurdo con Marcos Rojo

Ayer la casa de los Rojo, en La Plata, sufrió y disfrutó por partes iguales. Uno de sus hijos, Marcos (La Plata, 1990) fue partícipe de la clasificación argentina aunque vio una amarilla que le impedirá jugar el partido de cuartos. Incluso se marchó con molestias musculares que habrá que examinar. Un contratiempo para Sabella y para los argentinos, que habían pasado de tener dudas con el lateral izquierdo titular de su equipo a considerarlo clave por lo hecho hasta ahora en este Mundial.

Quien no tenía dudas era el seleccionador. Seguro. Fue el quien se inventó a Rojo como lateral izquierdo de Estudiantes en su época en el conjunto pincharrata. Rojo venía como un prometedor central en las categorías inferiores del club, haciendo pareja por cierto con el hoy titular en el centro de la zaga argentina Fede Fernández, pero la falta de un jugador de nivel en esa zona y sus cualidades hicieron que el cambio de puesto fuera posible.

Estudiantes se proclamó campeón de la Libertadores y Rojo tomó rumbo a Moscú, al Spartak, aunque no sin antes ser protagonista en los medios por un altercado en una fiesta en la que rompió una botella en la cabeza a Juan Pablo Gómez, que le denunció también por querer atropellarle.

Un tipo con carácter que nada más llegar Sabella al puesto de entrenador argentino fue reclutado para ocupar el lateral izquierdo titular de la selección, una posición huérfana en los últimos años. Ya antes había debutado con Batista. Rojo cumplió en la fase de clasificación y también en el Sporting de Portugal, en el que aterrizó en 2012 procedente de Moscú. Sus medias bajas, a lo Gordillo, han entrado en el corazón de Argentina. Rojo les conquistó como a Sabella.

Protagonista de la canción con la que se mofan de los brasileños

Marcos Rojo no era un jugador querido antes del Mundial. El lateral izquierdo es uno de los puestos que más controversia habían generado, aunque Sabella siempre lo tuvo claro con él. Sin embargo, viendo sus actuaciones las cosas han cambiado. De hecho, una famosa canción con la que los argentinos se burlan de los brasileños (“Brasil, decíme qué se siente”) ha visto modificada su letra por él: “Brasil, decíme qué se siente / que Rojo haga un gol en tu Mundial / te juro que aunque pasen los años / nunca nos vamos a olvidar / las gambetas que tiró / de rabona despejó / el golazo de rodilla que metió / a Marquitos vas a ver / la Copa nos va a traer / Marcos Rojo es más grande que Pelé”, reza con guasa.