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Marijana Kovacevic

La doctora perseguida en Serbia

La Sanidad serbia intentó cerrar su clínica y no aparecía en sus registros. El Daily Mail afirmó en otra información que Kovacevic cobraba 3.000 euros por cada sesión.

La doctora perseguida en Serbia

Cuando Yossi Benayoun se puso en manos de Marijana Kovacevic en 2009, la Sanidad serbia intentó cerrar su clínica, como publicaron la revista británica The Week y la web serbia Blic. El futbolista explicó que la farmacóloga había empleado para su tratamiento “la placenta de una mujer”. Debido a las estrictas leyes con el uso de placentas humanas en Serbia, se inició una investigación.

Blic aseguró que los agentes de Sanidad quisieron localizar a Marijana Kovacevic en una inspección de salud, sin éxito. Una fuente oficial también les confirmó que nadie con esos nombre y apellido practicaba la medicina deportiva de forma legal: “No existe nadie bajo ese nombre registrado en nuestro archivo de medicina privada”.

Asimismo, el Daily Mail afirmó en otra información que Kovacevic cobraba 3.000 euros por sesión y que no pagaba a Hacienda, por lo que de nuevo las autoridades serbias estudiaron su caso por una presunta evasión de impuestos. Para evitar su detención, el tabloide dijo que cambiaba de apariencia. Diario AS intentó contactar con ella a través del e-mail que facilita en marijanakovacevic.com, página web que no actualiza desde marzo de 2010.

Respecto a la base científica de su método, el empleo de placentas es rico en hCG, la hormona gonadotropina coriónica, un producto prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en los hombres, ya que sólo la producen las mujeres en el embarazo. El jugador de béisbol Manny Ramírez y el de fútbol americano Brian Cushing fueron sancionados tras dar positivo con hCG. Mikel Sánchez, referencia en la cura de lesiones con plasma autólogo, atendió a El País y duda de Kovacevic: “De normal en esto no hay nada. No sabemos qué sustancias utiliza. La placenta de una yegua no tiene nada distinto a la de una mujer”. Albert Riera y De la Peña son los españoles que recurrieron en su día a esta misteriosa mujer.