Javier Durán
“Sin Observatorio hay un arma menos contra el racismo”
Era el director del Observatorio contra el Racismo en el Fútbol que el CSD ha dejado de apoyar hasta su desaparición. "Hay cierta relajación contra el racismo", comenta Durán.
—¿Cuándo se creó el Observatorio contra el racismo?
—En 2004, coincidiendo con el impacto que tuvo la arenga de Aragonés a Reyes por Henry. Luego hubo una serie de incidentes, como una visita de Inglaterra al Bernabéu en la que hubo insultos racistas. Se creó una alarma y el CSD decidió utilizar una parte de la Comisión Antiviolencia para convertirla en el Observatorio contra el Racismo.
—¿Lo promovió Lissavetzky entonces?
—Era el Secretario de Estado para el Deporte y le dio un impulso extraordinario. Era una persona muy comprometida.
—¿Con qué presupuesto se creó?
—No había presupuesto alguno. No había dieta alguna por asistencia. Colaboró gente como Esteban Ibarra, del Movimiento contra la Intolerancia, que para mí era un referente y sigue siéndolo en la lucha contra el racismo.
—¿Por qué habla en pasado del Observatorio?
—Lo primero que pasó es que dejaron de convocarse las reuniones. Luego me pregunté: Me siguen llamando presidente del observatorio y no sé hasta qué punto lo soy. Y hace una año me dijeron que se acababa.
—¿Cuándo dejó de interesarse el CSD en el observatorio, con el PSOE?
—Dejó de convocar reuniones el actual equipo (se refiere al actual Gobierno del PP).
—¿Tuvo algo que ver el cambio de Gobierno y aquello de que todo lo construido antes es malo?
—No fue algo inmediato por el cambio de Gobierno, pero se fue rebajando el interés, sí.
—¿Cómo afectó a la lucha contra el racismo?
—Es tener un arma menos. Harían falta estudios e investigaciones, que es justo lo que hacíamos nosotros, para saber cómo ha afectado. Nuestra misión era vigilar lo que pasaba en todos los campos, incluidas las categorías inferiores, y teníamos una red montada que lo abarcaba todo.
—¿Por qué este rebrote de la violencia racista?
—Sin observación sería incapaz de valorar si hay un rebrote, pero los momentos de crisis económica son delicados por el malestar de muchas capas sociales que se canaliza en agresividad contra gente que viene de fuera.
—¿Cómo encaja eso en el fútbol y en los valores positivos que encarna?
—Yo lo veo diferente. En la condición humana está lo positivo y lo negativo, y el fútbol es una actividad humana. El político dice que el fútbol potencia los valores. Yo digo, los valores y los contravalores. El fútbol tiene algo potencialmente peligroso. Si alguien es capaz de agredir a otro porque lleva una camiseta blanca, también lo hará por tener un color de piel distinto. Por eso hay tanta policía en los estadios.
—¿Ve ahora relajación con el racismo?
—Sí, y a veces se quiere mirar para otro lado.
—¿Qué le diría a Miguel Cardenal?
—Es una persona de mucho prestigio. Seguro que él es el primero en condenar estos actos. Pero ojalá vuelvan a confiar en el Observatorio.