Osasuna no puede fallar ante un Celta de Vigo ya salvado

En Pamplona están inquietos por el incierto futuro de su equipo. En Vigo preocupa el cada vez más cierto futuro de su técnico. Sin duda, el nerviosismo es mucho mayor entre los rojillos. Es evidente que Luis Enrique ha hecho una gran temporada y la afición pide a gritos su continuidad, pero ya todos empiezan a asimilar su partida a Barcelona como algo natural. El inquilino en el banquillo se puede reponer, el descenso de categoría es irreparable. Osasuna está obligado a vencer esta tarde a un Celta que viajará a Navarra de turismo. La relajación es máxima entre los vigueses, que han hecho sus deberes con un mes de antelación. Intentarán batir el récord de victorias a domicilio de la entidad, pero la intensidad no será la misma (o no debería serlo) que los de Gracia. El calendario de los rojillos, que se miden a tres equipo que nada se juegan (Celta, Espanyol y Betis) invita al optimismo, pero conviene no dejar asuntos pendientes para el último día. Sobre la bocina suelen aparecer los nervios. Y los invisibles maletines...

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Mundial. En el Celta habrá dos jugadores que pensarán en convencer a sus seleccionadores, pero que también tratarán de no arriesgar demasiado para que no surja la lesión más inoportuna de su carrera deportiva. Sería lógico que Augusto y Orellana, siempre comprometidos, piensen más en Brasil que en Pamplona. Además, Luis Enrique podría dar la alternativa a los jugadores menos habituales.

Por su parte, Gracia alineará a su once de gala. El técnico recupera a jugadores importantes en su esquema, como Roberto Torres o el ‘Gato’ Silva. Es la hora de los rojillos.