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Real Madrid

Ya hubo final española un 24 de mayo: Madrid-Valencia en 2000

Representó la primera final entre dos equipos de un mismo país en la historia de la Champions. El Madrid, con Del Bosque en el banquillo desde noviembre, hizo historia...

MadridActualizado a
Ya hubo final española un 24 de mayo: Madrid-Valencia en 2000

Un franco equivalía a 25,37 pesetas. Una entrada para ver la final en Saint-Denis costaba entre 3.800 pesetas (22,8 euros) y 17.500 (105,18 euros). Miércoles, 24 de mayo de 2000. 14 años después se vivirá otra final española en idéntico día, pero en Lisboa. Unos 50.000 españoles tomaron París por aire y tierra, 1.100 kilómetros desde Madrid y 1.200 desde Valencia. El Madrid repartió entre sus socios 17.036 entradas. El Valencia, 17.500. Esa Liga la había ganado el Deportivo con 69 puntos (se había instaurado desde la temporada 95-96 el sistema de tres puntos por victoria). El Real Madrid acabó en quinta posición (62 puntos) y el Valencia tercero (64). El equipo blanco había sellado su pase a la final gracias a un gol de Anelka en el Olímpico de Múnich frente al Bayern Múnich. El equipo che había eliminado al Barça gracias a un inolvidable 4-1 de la ida en Mestalla. Aquel día ninguno de los dos equipos jugó con su uniforme habitual. Julio Senn, director general del Real Madrid, y Manuel Llorente, gerente del Valencia, así lo acordaron en la reunión en París justo después de las semifinales.

Los blancos llegaron en estado de necesidad, pero con mucha más experiencia. Se presentaban en París con siete Copas de Europa y diez finales disputadas. El Valencia, en cambio, afrontaba su primera final en esta competición. Los nervios le jugaron una mala pasada. Los valencianistas salieron al campo mirando la Copa. Incluso, algunos tocaron la Orejona. Fue mufa. Una lección que tenían aprendida los madridistas, capitaneados por Fernando Redondo, que se comió con la mirada al capitán del Valencia, Gaizka Mendieta. Sobre el césped, la batalla del círculo blanco en torno a Redondo, fuera del cual se quedaba sólo un joven que acababa de cumplir 19 años, Iker Casillas. Enfrente, un pentágono de ángulos punzantes, Farinós, Gerard, Mendieta, Kily y Ángulo apoyados arriba por Piojo, que formaba un sexto ángulo.

Del Bosque, que sustituyó a Toshack cinco meses antes (después de que el galés afirmase: “Es más fácil ver un cerdo volando sobre el Bernabéu a que yo rectifique”), ganó la partida táctica al argentino Héctor Cúper, que había cuajado anteriormente dos temporadas brillantes en el Mallorca.

El Valencia jugó nervioso. Recordó al equipo entrenado por Ranieri en campañas anteriores, con un fútbol defensivo. En el minuto 38, Míchel Salgado centró desde la derecha para el cabezazo a placer de Fernando Morientes. Ya en la segunda mitad, McManaman aprovechó un rechace de Djukic para marcar desde la frontal. Y en el 74’, un pase en largo de Savio para Raúl, que recorrió 50 metros en solitario, regateó a Cañizares y marcó. La comodidad del resultado permitió a Del Bosque meter a Hierro y Sanchís. Este último levantó la Octava ya con la camiseta blanca.