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Real Madrid - Atlético de Madrid

Mi reino por una entrada

Madrid y Atlético ya tiene una idea exacta de aquello que siempre falta en una final de Champions: las entradas. 17.000 le corresponden a cada equipo.

La búsqueda de una entrada, tarea titánica para los aficionados de ambos clubes.
La búsqueda de una entrada, tarea titánica para los aficionados de ambos clubes.Pepe Andrés

No hubo abrazo o apretón de manos a Enrique Cerezo, Miguel Ángel Gil Marín, Clemente Villaverde o alrededores en la cabina de mando del Atlético, durante el viaje de regreso desde Londres, que no llegase acompañado de una petición de entradas para la final de Lisboa. En las mismas se habían visto los dirigentes del Real Madrid horas antes, en pleno subidón en Múnich. “Estamos preparados para la avalancha de peticiones”, dijo un sonriente Cerezo aún en el palco de Stamford Bridge. Fue una pose torera, porque a esas horas ya sospechaba, por experiencias anteriores, que tan difícil como eliminar al Chelsea resultará administrar la miseria: 17.000 entradas por club frente a una demanda que, teniendo en cuenta la cercanía del escenario de la final, quintuplicaría esa cifra. “Si el Madrid quiere, jugamos en el Bernabéu”, había sugerido con su habitual sorna el presidente atlético horas antes del choque en Stamford Bridge, quizá esperando el imposible de un cambio a un escenario de mayor tamaño.

El Estadio da Luz, con capacidad para 61.000 espectadores, quedó repartido así para el próximo 24 de mayo tras la reunión que UEFA, Real Madrid y Atlético celebraron ayer en Lisboa: 17.000 entradas para cada equipo y 27.000 para la el máximo organismo del fútbol europeo, que se reservó un 44% del aforo, porcentaje exagerado pero dentro de los márgenes habituales. Bien lo sabe el Madrid, que recibió 13.836 entradas para la final del 98 en Amsterdam, frente a la Juve (en un estadio para 51.000 espectadores); 17.038 para la de 2000 en Saint Denis (con capacidad para 78.759), frente al Valencia, y 14.114 para la de 2002, en el Hampden Park de Glasgow (52.000 espectadores), contra el Bayer Leverkusen. Los aficionados del Madrid se ubicarán en el fondo sur y los del Atlético, en el norte.

Las entradas tendran cuatro precios de salida: 70, 160, 280 y 390 euros. En internet, y a más de tres semanas de la disputa del partido, su cotización alcanza ya los 1.300, 1.900, 2.600 y 5.000, respectivamente. Parece que la política restrictiva y garantista de los clubes con sus abonados más fieles será sorteada en el mercado negro sin grandes obstáculos.

El transporte no resulta tan problemático, toda vez que Madrid y Lisboa están separados por 629 kilómetros de autovía y el viaje no es fatigoso. Aún así, resulta previsible que se refuercen los vuelos (el precio ronda los 70 euros, ida y vuelta) y Renfe ya ha anunciado que pondrá a la venta 2.000 billetes extras de tren para el día de la final. También hay ofertas para viajar en autobús y regresar en el día por 60 euros.

Levante quien levante la Copa, la gran triunfadora será Lisboa. El fútbol ha convertido la ciudad, que se revitalizó con la Expo de 1998 y que cuenta con más de 20.000 plazas hoteleras disponibles, en artículo de lujo. El precio de la habitación por noche en establecimientos de dos estrellas alcanza los 1.500 euros. Los de cuatro oscilan entre 3.500 y 7.000. Incluso localidades cercanas como Cascais, Estoril y Sintra no pueden ofrecer ya camas, ni siquiera a precios astronómicos. La búsqueda de un lugar donde pernoctar ha alcanzado ya la frontera española. En Badajoz, a 188 kilómetros de Lisboa, se han hecho reservas para la noche del encuentro. Grupos de aficionados también han optado por el alquiler de casas en los alrededores de la capital portuguesa. Sus propietarios exigen una estancia mínima de entre dos noches y una semana y los precios oscilan entre los 1.100 y los 6.900 euros.

Pero el partido tiene otras cifras. El campeón recibirá un premio extra de 10,5 millones de euros (6,5 para el perdedor) y alcanzará 41,9 millones en ingresos (tanto Atlético como Madrid han cobrado ya 31,4 millones). Eso, por vía exclusivamente deportiva y en virtud de los méritos contraídos (se reparten por este concepto 500,7 millones). Y es que la UEFA otorga, además, a cada país un dinero extra en función de lo que paga el operador que adquirió los derechos televisivos para ese territorio. La mitad de esa cantidad se distribuye en relación con la clasificación de los equipos en la Liga anterior (un 40% para el Barça, un 30% para el Madrid, un 20% para el Atlético y un 10% para la Real). La otra mitad, en función del número de partidos jugados por cada equipo de un país. Madrid y Atlético habrán disputado 13. Se calcula que el campeón acabará ingresando cerca de 60 millones, cifra que en el caso del club rojiblanco se acerca al 50% de su presupuesto.

En cuanto a las apuestas, el Madrid tiene ventaja en todas las casas. Su triunfo se cotiza 1 a 2 de promedio, mientras que el del Atlético está en 1 a 3,5. Hay que recordar que el Madrid empezó al competición 1 a 6/6,5, pero el Atlético lo hizo 1 a 26/41. En septiembre, diez equipos resultaban más atractivos que él para los apostantes. También la afición pinta de blanco el partido. Según una encuesta abierta por AS.com, un 65,36% de los internautas creen que el Madrid conquistará su décima Copa de Europa frente a un 34,64% que augura un triunfo rojiblanco.