El modelo es el Borussia

Lo dijo en su día Aurelio Martínez y también Amadeo Salvo. El modelo era el Borussia. Y lo es. En Paterna ayer se hablaba del club de Dortmund. De lo cerca que estuvo de darle la vuelta al 3-0, un resultado idéntico al que tiene que remontar hoy el Valencia. Los alemanes rozaron la épica, a un palo se quedaron de ella, aunque al Valencia lo que le importa es que le enseñaron el camino. El de la fe, la intensidad y la química con la grada. Tres pautas a las que se aferran Pizzi y los suyos para no bajar esta misma noche el telón a la temporada. Porque sin Europa, no hay nada.

De salida, por fe no quedará. Ayer hasta Javi Fuego y Keita ensayaron penaltis. Kempes decía en AS que lo primordial es que “los futbolistas crean”. Y ellos creen. Se aferran a las ocasiones que tuvieron en la segunda parte ante el Basilea (12) y las que malograron ante el Valladolid (15). Se amparan también en la historia. Dos veces ha visitado el Basilea Mestalla: 5-1 y 6-2. Y la última vez que un suizo pisó Valencia se llevó cinco: el Skt. Gallen, el pasado mes de octubre.

Lo de la intensidad es faena de Pizzi. No daba crédito el argentino a la pésima primera parte que hicieron en Suiza. Simplemente no corrieron. Tampoco el técnico estuvo acertado. Puso a Feghouli de pivote y Muran Yakin le recordó un refrán español: los inventos, con gaseosa. Hoy, cada mochuelo, a su olivo. Por delante de Keita y Parejo, Fede, Vargas, Feghouli y Alcácer. Ellos han marcado 11 de los 21 goles en la Europa League.

La química con Mestalla tampoco se pone en duda. No al menos la calidad del apoyo, sí la cantidad de asistentes. Los futbolistas desean que se llene. Pero no están ellos para pedir esfuerzos a nadie. O remontada o punto final.