Un partido en silencio: aislados de la venta y a puerta cerrada

Solo 75 personas (jugadores y periodistas aparte) tendrán acceso esta noche al St. Jacob Park. El partido se disputa a puerta cerrada. La UEFA castigó al Basilea por el comportamiento de sus aficionados en Salzburgo en la anterior ronda. Y el Valencia por ser el visitante agradecerá más el silencio. Además, la experiencia de jugar ante el Dinamo de Kiev en campo neutral (Nicosia) le sirvió de entrenamiento.

El Valencia, no obstante, el ruido lo trajo a Suiza consigo en la maleta. Por el proceso de venta, ya saben. Pero Pizzi aísla a los suyos. Y el club, también. A los jugadores les han dicho que gane una u otra oferta, el Valencia ganará en liquidez. Así que ellos a lo suyo, a jugar. Lo harán por estar en Europa, nunca mejor dicho. El Valencia compite por la Europa League al cuadrado. Por el título en sí y también por estar el año que viene de nuevo viajando por el viejo continente. Porque quedar séptimo en la Liga lo tiene como la venta, entre chino y árabe.

El Basilea le ganó dos partidos al Chelsea en la fase de grupos de la Champions. No es el Ludogorets, vamos. Ayer Pizzi dispuso a sus jugadores suplentes a lo Árbol de Navidad de Ancelotti (4-3-2-1), que es como también juega Murat Yakin. Por cierto, el técnico del Basilea sabe cómo se las puede llegar a gastar el Valencia si tiene un buen día. Él, como defensa que era, sufrió la afrenta de un 6-2 en Mestalla.

Lo dicho, Pizzi ha trabajado tácticamente el partido. Contra ese 4-3-2-1 un 4-1-4-1, con Feghouli, con Parejo y Vargas y Fede alternando posiciones para jugar cada rato a pierna cambiada y marear al contrario. Pero ellos también tienen su arma de despiste: los gemelos Phillipp y David Degen, lateral e interior respectivamente.

Salvo, molesto por filtraciones

Amadeo Salvo mostró ayer su malestar hacia la Comisión Gestora y el resto de personas que dirigen el proceso de venta del Valencia por las filtraciones respecto a la identidad de las siete ofertas que se presentaron el martes y que se están estudiando. “No es serio y perjudica al Valencia, hay unos contratos de confidencialidad y un minuto después de abrir los sobres se sabían”.