Real Madrid - Borussia Dortmund
Resucitar en 9,5 segundos
Un fallo clamoroso de Bale ante el Rayo al patear la hierba cuando tenía el gol claro, le condenó. Pero en el minuto 69 resucitó con un golazo, en un sprint de 9,5 segundos.
Fue todo muy rápido, en el minuto 69 del partido con el Rayo. Gareth Bale se arrancó como un velocista olímpico, balón al pie, dejando rivales a su estela, de área a área, para culminar con remate sutil, por bajo pegado al palo sorteando a Rubén. Fueron 37 zancadas espectaculares, 9,5 segundos eléctricos, un 4-0 que redimió al galés con el Bernabéu, cambiando silbidos por ovación.
Ya no sólo distinguen a Bale sus dieciséis goles en la temporada (doce en Liga) y quince asistencias. Ante el Rayo firmó un gol de jugador de élite, consagrándose y anunciando que en este último tirón, con Liga, final de Copa y cuartos de Champions en juego, el Madrid tiene en sus botas a un futbolista de los que dan títulos.
Bale juega con la losa pesada de su corta capacidad de recuperación de balón (1 cada 31 minutos de media). Y para mayor infortunio le dejó retratado el inoportuno cambio de botas en el Pizjuán, facilitando el gol de la victoria del Sevilla. Parte de la afición le tiene bajo sospecha por detalles claros de inadaptación.
Sin embargo, el brillante gol ante el Rayo, utilizando la velocidad de la que vino precedido en su fichaje (24 km/h) ilusiona al madridismo ante los retos que están por venir. Bale ha resucitado a tiempo para justificar su contratación.
El galés puede llegar hasta 34,7 km/h en sprint sin balón
En el gol marcado al Rayo, Bale corre a una media de 6,6 metros por segundo o 24 km/h, lo que se puede considerar una gran velocidad al llevar el balón controlado y sufrir un agarrón de Falqué y el cruce de Rat, ambos infructuosos.
Según estudios de FIFA, Bale llega a alcanzar 34,7 km/h en sprints de 50 metros sin balón en el pie, incluso superando a Cristiano (33,6) y por encima de Messi (32,2) y Robben (30,4). Como medida máxima, se considera que Usain Bolt está entre 35 y 38 km/h en 100 metros (10,4 m/s).
No es extraño que el Madrid tenga en la velocidad de Cristiano y Bale su arma mortal para definir partidos. Ancelotti lo sabe bien.