El City asalta Old Trafford y se pone a tres puntos del Chelsea

Apártense que viene el City. El equipo de Pellegrini venció 0-3 en el derbi de Manchester y, pese a llevar dos partidos menos que el Chelsea, ya está a tres puntos del liderato de los de Mourinho. Además, por momentos recordó al rodillo de mediados de temporada, aquel que maravilló con exhibiciones ofensivas ante Arsenal o Tottenham.

Después, Chelsea, Barça (en Champions) e incluso Wigan (FA Cup) se cruzaron en su camino para reventar sus sueños justo en su peor momento. Pero da la sensación de que aquel bache ya es historia y que a este City aún le queda un turbo para el sprint final del campeonato. Tras arrollar al Fulham 5-0 el fin de semana, ayer conquistó Old Trafford con comodidad. Cierto es que el 'Teatro de los Sueños' no es lo que fue, pero los 20 primeros minutos del equipo visitante le hubieran bastado para imponerse en casi cualquier estadio.

A los 44 segundos ya había encarrilado la victoria con un gol de Dzeko. Pudo marcar Silva, también Nasri, pero lo hizo el bosnio en tercera instancia para confirmar que las victorias del United ante Olympiakos y West Ham fueron solo un oasis dentro de la pesadilla en la que está encerrado David Moyes.

Tras el 1-0, el City se gustó, con un Silva dueño y señor de la mediapunta. El canario tuvo en el minuto siete el segundo tanto del partido y Dzeko se encontró con un providencial De Gea cuando ya cantaba su doblete minutos más tarde. Perdonó demasiado el City y pasada la efervescencia inicial, permitió al United levantarse de la lona con varios ataques aislados de Mata, Rooney, Welbeck y Fellaini. Nada especialmente llamativo.

Después del descanso, el City salió a cerrar el partido y apenas tardó 10 minutos en lograrlo. Nasri puso un córner y Dzeko lo remató al primer palo para hacer el 2-0. Pellegrini retiró a Navas del campo por Javi García y su equipo dejó correr los minutos esperando a su crucial partido ante el Arsenal. Con todo, ya con los brazos medio caídos, encontró un tercer tanto de Yaya Touré para ahondar aún más la crisis de su vecino.