Vuelta trámite en Valencia que sirve como banco de pruebas

El Valencia se abraza a la Europa League como una pareja de novios en el andén de una estación. El tren de Europa se puede decir que se le ha escapado en la Liga y su único medio de transporte para repetir presencia el año que viene pasa por ganar la Europa League, aspiración tan romántica como complicada. Pero en Mestalla se vive de la ilusión del presente y ahora mismo la esperanza es la de poder acercarse lo máximo posible a la ansiada final de Turín.

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Con la ciudad todavía de resaca tras quemar anoche las Fallas, el Valencia afronta el trámite de la vuelta contra el Ludogorets sin central diestro alguno. Costa y Senderos están lesionados y Vezo no está inscrito. No tiene que ser un problema, la verdad. Mathieu y Víctor Ruiz a jugar y con el 0-3 de la ida, a rodar. En el fondo el partido de esta noche le servirá a Pizzi para preparar a su zaga de cara al derbi contra el Villarreal. A su zaga y al ánimo colectivo porque la derrota en Anoeta dejó tocado a más de uno. Pero qué mejor que poder agarrar confianza ante un rival que debería llegar a Mestalla más que vencido y con los brazos totalmente bajados sabiendo que su aventura europea pondrá su fin en la capital del Turia.

Pero para un equipo como el Ludogorets lo de jugar en Mestalla ya es suficiente. Les motiva de por sí. Da igual como de mal tengan la eliminatoria. Su caso es el típico en estas coyunturas. Nada que perder y muchísimo que ganar, sobre todo a nivel individual. Seguro que la Europa League que están haciendo hará que alguno pueda cambiar de aires el año que viene. Y, por lo demás, que le quiten lo ‘bailao’. Eso sí no parece que ninguno de los búlgaros pueda pensar en una remontada. Para nada.