El Betis se da una alegría y pone en la picota a Luis García

Al grito de 'Sí se puede' en la grada y con los nombres en el pecho de esposas, madres, amigas y otras mujeres de su vida para celebrar el Día de la Mujer, el Betis se ganó un trocito de ilusión en ese desierto de esperanza que todavía significa estar a ocho puntos del descenso, más cerca que ayer pero nunca lo suficientemente como para ponerse a pensar aún en la gesta. Pero por algo se empezó, por ganar después de cuatro partidos y lograr la segunda victoria de Calderón, cuarta de la campaña en Liga, y hacerlo con solvencia, ocasiones y sobre todo, más actitud que un rival, el equipo de Luis García, que hizo honor a las críticas encendidas de su técnico hace unos días: parece atenazado, más "muerto" que vivo, según el propio García, y los puestos de descenso, 12 jornadas sin ganar, se acercan peligrosamente. El técnico del Getafe queda en el alambre. Podría caer en las próximas horas.

Ni ha salido ni saldrá de ahí de momento el Betis, pero la victoria sirve como primera piedra de un milagro que necesita de al menos ocho o nueve triunfos más. Los de Calderón, sin dominar de manera apabullante, si fueron casi siempre mejores que su rival, acercándose desde el comienzo al área gracias a las buenas galopadas de Cedrick por la izquierda. En una de ellas, el congoleño forzó el córner que significaría el primer gol de Baptistao como verdiblanco: curioso, un fino estilista de zancada elegante como él tuvo que aprovechar, de cabeza, un lanzamiento de esquina en el que Codina salió a por papas (1-0, 30'). Denis, su madre, recibió la dedicatoria. Pocos minutos después, antes de que terminara la primera parte, Rubén Castro se apoyó en el cuerpo de Rafa para volver a sorprender al portero getafense y ampliar el marcador (2-0, 40'). Iba para Loli.

Con un falso nueve (Lafita) y dos delanteros en el banquillo, no fue hasta que rectificó Luis García, entrada la segunda mitad, que los azulones empezaron a estirarse con algo de peligro, y pudieron acortar el marcador en una ocasión nítida, con Jordi Figueras (buen partido del central leridano) sacándola en la misma línea de gol. El Betis respondía mejor, casi una veintena de tiros coleccionaron los verdiblancos, y un N'Diaye con la vocación ofensiva multiplicada y una omnipresencia fundamental se puso de gol ante Codina dos veces, pero esta vez sí funcionó bien el sustituto del lesionado Moyá.

El Getafe murió sin inquietar demasiado. Algo de la diestra de Pedro León, la voluntad de Sarabia, los intentos de zafarse dentro del área de Colunga... Pero fue Juanfran, otra vez el Betis, quien tuvo la mejor ocasión de la recta final, con un balón al palo, mientras Adán, que respondió con máxima sobriedad cuando fue exigido, justificaba de sobras su reciente renovación hasta 2017. Con un portero así, Rubén Castro goleando y Baptistao apuntándose a la causa, sí que se puede soñar.