LFP World Challenge: un torneo con beneficio fiscal

Dos meses después de arrancarlo más discretamente y ante un auditorio más anónimo en la sede del Consejo Superior de Deportes, la LFP presumió de su nuevo proyecto, el World Challenge, respaldado por sus tres patas principales: Gobierno, empresa y fútbol.

El World Challenge, competición con formato irregular, nace con el fin de internacionalizar el valor del fútbol nacional, la Marca España y la empresa y, para ello..., ayuda a la empresa. El evento fue declarado Acontecimiento de Excepcional Interés Público por la Ley 22/2013 de 23 de diciembre, de manera que cuenta con beneficios fiscales de hasta un 90 por ciento para las empresas colaboradoras, que potencialmente podrían ser hasta 140.000. En síntesis, el beneficio fiscal que otorga la normativa es la deducción de la cuota en el Impuesto de Sociedades. Esto es, un 15% de los gastos de propaganda y publicidad.

Javier Tebas, presidente de la LFP, Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, y Jaime García Legaz, secretario de Estado de Comercio, ejercieron de embajadores en un acto en el que los tres grandes no estuvieron representados por sus primeros espadas. El Real Madrid, que tenía sitio reservado para José Ángel Sánchez, envió a un miembro de patrocinios. Barça y Atlético cubrieron el expediente con personal de marketing.

El LFP World Challenge se jugará en trece países y tiene una estructura a tres temporadas que no es claramente especificada en el dossier. Desde mayo de 2014 se jugará el Time of Challenge, con partidos exclusivamente de promoción. En la 2015-2016, el Challenger Selection Series medirá en formato liguilla (o desafío) a clubes de la LFP con equipos de ligas de Europa, América, Asia y Oriente Medio. Los ganadores de esos grupos pasarán a la fase final (verano de 2016), en la que se cruzarán con un club que, como si de la Copa América de vela se tratase, hará de “defensor del desafío”. Será el Real Madrid.