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Schalke - Real Madrid

Zeche Hugo: el museo que aglutina la minería y el Schalke

Se puede entender la historia del Schalke a través de fotos antiguas, camisetas de todas las épocas y dedicatorias de todos los futbolistas ilustres que han jugado en el Schalke.

Zeche Hugo es el ejemplo perfecto de la comunión entre minería y fútbol en la cuenca del Ruhr.
Carlos Martínez

Klaus Hermanatus se crió en una familia de mineros. Él representa a la cuarta generación. Y, por supuesto, su equipo es el Schalke 04. No podía ser de otra manera. Todo el mundo en el Veltins-Arena grita Glückauf, en honor a los mineros. El fútbol y el carbón van de la mano. El equipo sigue identificado con este sector, pese que hace años cerraron todos los pozos de la ciudad y alrededores. Incluso, en 2018 está previsto que cierren los tres últimos de la comarca de Westfalia. El más famoso, Zollverein (cerrado en 1986), se ha reconvertido en museo y recibe dos millones de turistas al año. Pero Klaus gestiona el museo del que presume toda la ciudad de Gelsenkirchen: el Zeche Hugo, donde se aglutina la historia de la minería y del Schalke.

Klaus trabajó 25 años en esta mina, que contaba con la extractora más grande de Europa. Esta mina empezó dando empleo a 325 mineros en 1878 y cerró en el año 2000 con 4.000 trabajadores, que fueron reubicados en otros sectores. Hace años, los rodillos de descarga que giraban en carruseles de desplazamiento montados en el caballete (ahora completamente oxidado) sacaban 12.000 toneladas diarias de carbón. Hoy, Klaus se encarga de dar un uso turístico a ese pozo, en el que algunos de sus compañeros se dejaron la vida.

Zeche Hugo es mucho más pequeño que Zollverein, pero tiene un museo futbolístico en su interior. Se puede entender la historia del Schalke a través de fotos antiguas, camisetas de todas las épocas y dedicatorias de todos los futbolistas ilustres del Schalke. Pero también de todos los clubes que jugaron en la ciudad de Gelsenkirchen. Alberga, por ejemplo, hasta unos guantes dedicados por Enke. El Madrid, al enterarse de la existencia de este museo, envió nada más llegar a Essen una camiseta firmada por los jugadores. Una pieza de oro dentro de tanta reliquia de la minería y el fútbol.