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Schalke - Real Madrid

El raulismo sigue todavía muy vivo en ‘Franziskanerstraße 69’

Raúl ‘Señor’ permanece en el recuerdo de los aficionados mineros dos temporadas después de su marcha. En Gelsenkirchen mantienen intacto el culto al ‘7’.

Gelsenkirchen
Un grupo de aficionados madridistas, en el bar de Pepe González de la ciudad alemana de Essen.
Un grupo de aficionados madridistas, en el bar de Pepe González de la ciudad alemana de Essen. Carlos Martínez
AStv

Raúl ‘Señor’ permanece en el recuerdo de los aficionados mineros dos temporadas después de su marcha. “Nunca pensé que cuando me fuera de Gelsenkirchen quedaría conectado de esta manera con el club”, confiesa el futbolista del Al-Sadd en la web del Schalke. Su dedicación, lealtad, profesionalidad y calidad encandilaron a esta ciudad alemana, la mayor región industrial de Europa. Entre españoles y germanos se encargan de mantener viva la llama del raulismo en Westfalia. En la calle Franziskanerstraße 69, de la ciudad de Essen (de unos 575.000 habitantes y una colonia de 5.000 españoles), encontramos a Pepe Haldón, un emigrante de Huelva que se vino en los 70, que ha conseguido convencer a su yerno alemán para bautizar a su nieto con el nombre de Raúl.

El bebé, de 14 meses, tiene la indumentaria del ‘7’ con el Schalke y el Madrid. Pepe es uno de los muchos ejemplos de la primera generación de emigrantes de este país. “Armstrong llegó a la Luna en el 69 y yo, a Alemania con la bufanda del Madrid”, recalca Gabriel Estévez, de La Alpujarra (Granada). Manuel Chaves, de Cádiz, se llevó las botas del futbolista en el último partido de Raúl con el Schalke. Pero lo asombroso del raulismo es que hay más fieles alemanes que españoles. El primer estadio del Schalke se llamaba Glückauf-Kampfbahn, que traducido al español significa “Suerte minero-campo de pelea”, un espíritu que le viene como anillo al dedo a Raúl. Los 120.000 socios del Schalke se quedaron prendados de la garra del delantero español, que nada más fichar levantó recelos entre algunos aficionados. “La gente se preguntaba: ‘¿Por qué viene una estrella como él al Schalke?’. Pero pronto caímos rendidos”, comenta Stefan, un alemán de 33 años con el español de serie gracias a sus veranos en Mallorca.

Raúl disputó 98 partidos y marcó 42 goles con los mineros. “Soy feliz viendo este partido de observador. No puedo decir con quién voy. Me gustaría jugar con el Schalke en el Veltins y con el Madrid en el Bernabéu”, subraya el eterno capitán. Dejó huella en una ciudad que ha sabido reciclarse (todas sus minas cerraron) y mantener su espíritu trabajador. En el barrio del Schalke, en la mítica plaza Ernest-Kuzorra, en homenaje al minero-futbolista más laureado del club, aparecen por las ventanas pósters de Raúl. En el estadio del Veltins Arena muchos aficionados siguen llevando el 7 de Raúl y en el hall of fame del Schalke 04 hay un sitio reservado para él. Nadie olvida a Raúl en la cuenca del Ruhr...