BARCELONA | CASO NEYMAR
El Barcelona rebate a Hacienda con la revista del propio club
El club azulgrana abona 13,5 millones de euros, pero mantienen que “lo haríamos igual”. Efemeride: hace un mes, Sandro Rosell retaba al juez para que lo llamara a declarar.
Hace exactamente un mes Sandro Rosell comparecía en el Auditori 1899 para anunciar a bombo y platillo el proyecto de remodelación del Camp Nou. La rueda de prensa derivó hacia la cuestión del fichaje de Neymar, ante la cual, el entonces presidente del club se mostró desafiante: “Le pido al juez que me cite a declarar y así podré eludir el acuerdo de confidencialidad entre las partes”. Y añadió: “Neymar costó 57,1 millones y punto y final. Ya está bien de este tema” mientras despreciaba las preguntas de los informadores cuchicheando con Toni Freixa, por entonces portavoz y hombre fuerte de la junta burlándose de la insistencia de los periodistas por conocer la verdad.
Un mes después, Rosell está dimitido y desaparecido, Freixa, en la nevera y le toca a Bartomeu como nuevo presidente lidiar con un problemón con Hacienda que trasciende la figura del ex presidente y que compromete seriamente la economía y, lo que es más grave, la imagen del club.
Ahora, el imputado es el club por presunto delito fiscal y el Barcelona, lejos de defenderse con esa actitud prepotente, trata de hacer encaje de bolillos con los números para intentar demostrar que, como se dijo en su día, se actúo “científicamente y no chupando un boli”. De momento, mientras se defienden como pueden ya han ingresado en Hacienda 13,5 millones de euros para cubrir el descubierto con el Erario Público.
“Decidimos pagar, en defensa del club, aunque estamos seguros de que la operación es legítima. Iniciamos los trámites el pasado lunes, pero esto lleva unos días. La sorpresa es muy irregular, para decirlo suave, porque sin una inspección de Hacienda la Audiencia Nacional admitió a trámite una querella, el miércoles, por fraude fiscal contra el Barça sin haber consultado a la agencia tributaria”, se justificó el vicepresidente económico Faus.
Es decir, que el Barça paga, pero sigue defendiendo su inocencia con el convencimiento de que cuando se aclare el asunto les devolverán el dinero. Un discurso que suena muy bien en la sala de prensa pero que según los expertos consultados, incluso por el propio club, tiene muy pocas probabilidades de hacerse realidad. Hablando en plata, el Barça está rodeado y sólo un milagro puede salvarle ya no de perder la cantidad depositada, sino de tener que pagar una cantidad complementaria como multa por defraudar a Hacienda.
Sirva como ejemplo de esta teoría que incluso uno de los despachos de abogados contratados por el Barcelona para su defensa (el prestigioso Bufete Cuatrecasas) les advirtió hace una semana a los directivos que las posibilidades de ganar el caso eran de un “50 por ciento”. Si eso te lo dice tu defensa, lo mejor es que te prepares para lo peor. Todo gira en base a los 40 millones de euros que el Barcelona pagó a la sociedad N&N como compensación al fichaje, así como los contratos de scouting, ayuda a la Fundación Neymar y captación de inversores. Hacienda entiende esa cantidad como parte del salario del jugador. En este caso, el club debería pagar la parte correspondiente de impuestos en España. De momento, Neymar sénior los ha pagado en Brasil, donde sale más a cuenta.
Hacienda considera que este dinero es un sueldo a Neymar y que debe tributarse en España y por eso ha pedido los estatutos de las diversas empresas y el objetivo social de las mismas para saber si son pantallas o si tienen objeto social.
Para defenderse de las acusaciones de Hacienda, el Barça esgrimió ayer dos argumentos. Unas declaraciones del reputado profesor José María Gay de Liébana en un programa de televisión y las páginas 16 y 17 de la revista del club, donde según ellos se explica la única verdad de los números del fichaje de Neymar.
Argumentos que desde fuera parecen poco consistentes viniendo de una junta que hace un mes pedía que la citaran a declarar porque no había nada que esconder, que dos semanas después se mantenía firme en que el precio era de 57,1 millones, que luego pasó a 86 y que ayer ingresaron 13,5 millones más por si acaso en Hacienda. Ante estos hechos, la revista del club.
En todo caso, el Barça, aferrado a las cifras de su revista, sigue considerando que lo “volveríamos a hacer todo igual” en el fichaje del brasileño. Todo, no, se les escapó que nunca más confiarían en el despacho de abogados de Angel Segarra, que fue el que diseñó la estrategia financiera del fichaje y a los que no se les cita en la revista.