Betis - Rubin Kazan
Calderón pondrá una alineación nueva en un Villamarín desierto
Once experimental y Heliópolis vacío ante el Rubin (21:05, GolT Stadium). Los rusos están más cerca del descenso en su liga que de los puestos europeos.
Habrá quien diga con razón que Calderón tira Europa, como si la Liga no estuviera ya bastante en la basura. Porque llega el Rubin Kazán de Rusia, nada menos que unos dieciseisavos de final de la Europa League y el argentino anuncia cambios sobre el once presuntamente titular, con la inclusión de meritorios (Chuli, Cedrick, Dídac...) que apenas cuentan en partidos vitales que el Betis juega y pierde casi siempre. Muchos piensan que lo último que necesitan los verdiblancos es pasar a octavos de la Europa League, no porque vaya a despistar de buscar una permanencia ya casi imposible: simplemente, porque con mucha probabilidad en ellos espera el Sevilla y...
Los socios no pagan. Y no hay lugar para más humillación en esta, la peor temporada de la historia bética en Primera. Más que en un oasis, Europa se convierte en otro trozo de desierto para este Betis que tanto necesita autoestima, victorias, goles. Y eso, un desierto de hormigón parecerán hoy las gradas verdiblancas por mucho que la directiva rectificase y no cobre a los socios, en un intento por no dañar aún más y a nivel internacional la tan zaherida imagen verdiblanca.
El Rubin tampoco es que esté para tirar cohetes. Doble campeón de Liga hace cuatro años (2008 y 2009), el equipo tártaro vive una crisis económica que le obligó a perder este invierno a sus dos estrellas, Natkho y Rondón, y ahora anda de parón invernal y en plena reconstrucción bajo la mano de un entrenador, Rinat Bilyaletdinov, que no tiene siquiera carnet de entrenador de Primera. En Rusia está más cerca del descenso que de los puestos europeos, pero sigue siendo un equipo peligroso y, a día de hoy, favorito ante este Betis tan deprimido al que Calderón, además, deja en manos del azar con un once experimental.