Piden la igualdad entre los socios del Madrid
Un grupo de socios pedirá a la Justicia anular los nuevos requisitos para ser candidato
El endurecimiento de las condiciones para trae como consecuencia que ahora un grupo de socios del Madrid lleve esas normas aprobadas a la Justicia por antidemocráticas.
Un grupo de socios emprenderá en los próximos días acciones legales contra la nueva normativa que contempla los Estatutos del Madrid sobre los requisitos exigidos para ser candidato a la presidencia. Para este grupo de socios, encabezados por Rafael Martínez Campillo, de la peña Quinta del Buitre (Callosa de Segura, Alicante), la modificación estatutaria que fue aprobada en la Asamblea del 30 de septiembre de 2012 conllevó una grave limitación de la capacidad de los socios para ser elegibles a la Junta Directiva de la entidad. De prosperar su demanda, el club podría verse abocado a convocar nuevas elecciones en un año, si se cumplen los plazos habituales. Los 15 firmantes de la demanda publicarán un manifiesto de adhesión para recabar apoyo de socios, aunque aseguran tener ya respaldo de varios centenares.
Florentino promovió este endurecimiento de los requisitos para ser candidato en los Estatutos justo antes de las elecciones a la presidencia del pasado verano. Tras la modificación, ningún otro socio pudo presentarse a esas elecciones salvo Florentino. Los cambios en los requisitos se centraban en dos cuestiones. Por un lado, en la antigüedad como socio necesaria para presentarse: pasaba de 10 a 20 años para el caso del presidente y de 5 a 15 años para el vicepresidente. Por otro lado, tras la modificación estatutaria, cualquier candidato está ahora obligado a acompañar su candidatura con un preaval bancario por el 15% del presupuesto del club, que debe cumplir determinadas condiciones: que esté emitido por una entidad de crédito registrada en el Registro de Entidades del Banco de España (no resultará válido el aval emitido por entidades extranjeras) y que el aval sea sobre el patrimonio exclusivamente personal de los candidatos. Esto quiere decir, por ejemplo, que cualquier socio que quiera presentarse debe avalar 84 millones de euros (el 15% del presupuesto actual) con su patrimonio personal y concedido por un banco español. Eso, además de tener 20 años de antigüedad como socio, lo cual reduce drásticamente el círculo de candidatables.
Comparativa. Para los demandantes, que pretenden “devolver la democracia al club”, Florentino ocultó la realidad a la Asamblea al decir que el preaval exigido a los candidatos se ajustaba a lo dicho en la Ley del Deporte de 1990. “Esta Ley en realidad obliga a avalar sólo al candidato elegido, no al candidato que se presenta, y no habla de obligación de concesión del aval por parte de una entidad bancaria española ni de que pueda ser prestado o no por quien no es miembro de la Junta”. De las otras tres entidades (Barça, Athletic y Osasuna) a las que se permitió mantener su estatus jurídico de Clubes Deportivos (frente al de Sociedades Anónimas) tras la Ley de Deporte de 1990, ninguna pide un preaval a los candidatos, y sólo el Barça hace referencia en sus Estatutos (artículo 44.4) a la firma de un documento por parte de dichos candidatos comprometiéndose a la prestación de los avales exigidos por la Ley en caso de ser elegidos.
En cuanto a los años de antigüedad necesarios para presentarse, la comparativa con las otras tres entidades que son Clubes Deportivos es abrumadora. El Athletic exige en sus Estatutos (artículo 66) un año ininterrumpido de socio para ser presidente, Osasuna (en su artículo 26) exige también un año, y el Barça, tras una muy reciente modificación de sus estatutos (art. 42), pide diez años de socio para ser presidente y cinco para la Junta (como antes el Madrid).
Florentino aprobó esos cambios en la Asamblea del 30 de septiembre de 2012. A ella asistieron 1.239 compromisarios sobre un total de 2.000, un número elevado ya que a la anterior, por ejemplo, fueron 961. Luego surgieron varias voces de madridistas que elevaron su protesta (Vicente Boluda, Eugenio Martínez Bravo, Carlos Mendoza, Moreno Cariñena...) y denunciaron movimientos extraños en la propia elección de compromisarios: en un sistema en el que son electos 30 sobre cada millar de socios, muchos de los opositores a la gestión de Florentino habían resultado excluidos.