Colombia
Lillo exporta el tiqui-taca a Colombia con el Millonarios
El país colombiano debate sobre el estilo de juego mientras los resultados llegan. Propuesta osada: el 3-1 en el Clásico ante Nacional ha cambiado las críticas por elogios.
Qué ha inventado Lillo?”, titulaba el columnista José Orlando Asencio en las páginas del diario más leído de Colombia tras la derrota por la mínima de Millonarios ante Chicó. “Lo más peligroso que podía hacer era ponerse a inventar. Quiere jugar con un sistema táctico sin tener los jugadores y rotar un plantel que no tiene muchas variantes”, escribía en El Tiempo. Directo.
Y es que el debate en torno a los métodos del nuevo entrenador de Millos está en la calle. A nadie le deja indiferente. Lillo aterrizó hace unas semanas en el banquillo de uno de los equipos con más historia de Colombia. Millonarios siempre jugó en la primera división colombiana y acumula 14 títulos ligueros, el último de ellos logrado en 2012 tras 24 años de larga sequía. Después de aquello vino una grave crisis institucional y la dirección deportiva quiso lavar la cara del equipo y empezar de cero.
El elegido para tal propósito fue Lillo. El técnico de Tolosa llevaba cuatro años sin dirigir desde que lo hiciera en el Almería, pero conoce bien el fútbol sudamericano y es un gran ideólogo del estilo de toque que después han promulgado técnicos como Guardiola. Ese era su cartel. Y en sólo cuatro jornadas del Apertura ha aportado un sello personal al equipo que lo hace inconfundible.
Revolución. Para empezar, convenció a Omar Vásquez y Fabián Vargas para que formaran parte de su proyecto. Dos fichajes importantes y de urgencia, además de necesarios. Después, instauró un dibujo con sólo tres centrales y dos carrileros largos, incidiendo mucho en la posesión de balón y en la ocupación masivas del campo contrario. Y por último, ha llevado a cabo un sistema de rotaciones del que no se libran ni siquiera las estrellas del equipo, tampoco el goleador Dayro Moreno.
Todos estos cambios generaron un ambiente crítico hacia él por parte de algunos medios, lo que también arrastró a cierto sector de la afición. Sin embargo, la cómoda victoria el pasado domingo en el Clásico ante Nacional (3-1) le sitúa en puestos de playoff con dos victorias y dos derrotas. De hecho, los analistas aseguran que la primera media hora fue la mejor en mucho tiempo. “Vamos consiguiendo lo que queremos. Pregunten a los jugadores lo que piensan y sienten todos los días con esta propuesta”, afirmó Lillo tras el triunfo. Es su fútbol, su filosofía. Tiqui-taca en Colombia.