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BARCELONA

"A Di Stéfano le perdimos en los despachos, pero a Neymar no"

Bartomeu compareció ante los medios y lanzó veladas acusaciones contra el Madrid. También anunció que no dimitirá aunque le imputen y que irá a la reelección.

Josep María Bartomeu.
Josep María Bartomeu.ALEJANDRO GARCÍAEFE
Atlas

—¿Por qué desnudaron todos los datos del caso Neymar? ¿Por qué se fue Rosell?

—El padre del jugador nos lo permitió, después de ver lo que estaba pasando. Él dejó el club por varias razones.

—¿Qué pasó para que Rosell cambiase de opinión?

—No dimitió sólo por el caso Neymar. Tiene razones personales, de amenazas que le preocupaban.

—¿Cree que le pueden imputar a usted también?

—El socio Jordi Cases y su abogado están en su derecho de ampliarla. El señor Rosell no está imputado, sí querellado, que quede claro. Es cierto que Javier Faus y yo estamos ahí, tras haber firmado los documentos. Pero una querella no quiere decir que te hayas de avergonzar de nada. Lo hicimos todo por el bien del Barcelona. Todo estaba bien argumentado y es correcto. Si Cases amplían la querella no dimitiríamos. Nos sentimos fuertes.

—¿Por qué es presidente?

—Nos lo permiten los estatutos. El vicepresidente primero, en estos casos, toma el mando. En 2010 la candidatura fue la más votada de la historia. Nuestro balance es de notable alto. Tenemos un proyecto deportivo muy ilusionante, envidiable. Y en la situación económica estamos reduciendo la deuda y queremos seguir creciendo. Nos vemos con fuerza para seguir al frente del club hasta 2016.

—¿Quiso el Madrid entorpecer el fichaje de Neymar?

—Había muchos clubes interesados en él. No vamos a hablar de nombres, pero sí los grandes de Europa. Si ustedes consideran al Madrid en esa posición... El Barça ya vivió una vez el caso Di Stéfano y no era cuestión de que se repitiera.

—¿Cree que vivirán un referéndum contra la directiva?

—No, para nada. Apoyaremos un proyecto y en ningún caso lo relacionaremos con la continuidad o no de la Junta. Tenemos que mirar qué es lo mejor para el club.

—¿Piensa que Rosell debería haber aguantado?

—Tratamos de esforzarnos de para que no dimitiese, pero fue imposible. Tenía las ideas muy claras. Como amigo suyo tengo la sensación de que dimitió un gran presidente. Hasta hace pocos días vi disfrutar mucho al ex presidente.

—¿Es el Barcelona un club ingobernable?

—No. Es abierto y todo se puede cuestionar, analizar, preguntar y razonar... A lo largo de la historia ya se vivieron momentos muy convulsos.

—¿Puede ser Rosell asesor de la Junta?

—Ahora, no, pero en el futuro ya veremos. Entiende mucho de fútbol.

—¿Cree que hay alguien detrás de Jordi Cases?

—Como socio, si algún día hay algo que no me gusta, demandaré a la Junta del momento. Este es un club democrático. No podemos especular si hay alguien detrás de él. El señor Cases es muy curioso y activo. Viene al club a preguntar cosas, aunque nunca se le explicó el caso Neymar.

—¿Tiene la sensación de que un socio haya tumbado al presidente Rosell?

—No. Hay otros motivos, personales en Sandro, que no vamos a valorar. Hizo un trabajo muy bueno. Su aportación en sus dos etapas fue muy alta. No es una vergüenza hacer las cosas mal. Debes aprender. Desde aquí quiero agradecerle a Rosell y que toda la tensión que tuvo hasta ahora vaya rebajando la intensidad.

—Y si se lo hubiesen explicado antes al socio, ¿se habrían ahorrado todo esto?

—No hubiésemos podido profundizar en el asunto.

—¿Llamarán al socio Cases?

—Sí, claro, aunque preferiríamos que fuese el contacto con Jordi Cardoner, vicepresidente del área social.

—¿Y a Johan Cruyff?

—También. Es un mito. Me encantaría poder volver a hablar con él. Y si no, le invitaremos a que venga a un partido.

—Al negociar, ¿no les sorprendió que estuviesen siempre por medio los padres de Neymar?

—No. Ellos sabían dónde iba a jugar su hijo y debían autorizarlo.

—¿Se trataba entonces de fichar a los padres?

—La familia siempre es muy importante. Ya nos sucedió con Ronaldinho.

—¿Florentino le felicitó?

—Tengo muchas llamadas y mensajes, pero no los pude ver todos.

—¿Esto puede encarecer la renovación de Messi?

—Lo dijimos todos: Leo es el mejor del mundo y queremos que sea el mejor pagado del planeta. En los próximos meses trabajaremos con su padre Jorge para hablar de todo esto.

—¿Reconoce que su gran error fue lo sucedido con Abidal?

—Él lo sabe que el día que cuelgue las botas lo esperamos aquí. Me expliqué mal. Eric, entonces, tenía un contrato en suspenso. Quise decir que cuando jugase un momento, el contrato se activaría de nuevo. Y así fue, aunque al final no renovase su vinculación.

—¿Cómo actuará su Junta ante casos como el que estamos viviendo?

—Vamos a ser duros. Queremos que nos respeten como club y hay temas pendientes. El caso Neymar es uno de ellos. Pensamos que hicimos las cosas correctamente.

—¿Y si el juez les pide explicaciones?

—Volveremos a decir lo mismo. Y si puede ser, nos llevaremos a Raül Sanllehí.

—¿Entiende que se filtrara el contrato?

—No y no nos gustó nada. Quiero pensar que no haya interés en hacer daño al Barça y sí una casualidad. Si hay sospechas nuestros abogados trabajarán y si lo ven necesario, demandarán.

—¿Martino es muy próximo a Rosell, ante esta situación, ¿cree que seguirá en su cargo?

—Se quedó sorprendido por lo vivido, pero tiene contrato en vigor. Están trabajando por el futuro y nos gustaría anunciar que seguirá con nosotros hasta el final de nuestro mandato.

—¿Puede Valdés cambiar su opinión y seguir en el club?

—No. Él tomó una decisión. Le haremos un homenaje como un portero mítico. Al menos en títulos, Valdés fue mejor que Zubizarreta.

—¿Puede echar atrás la acción de responsabilidad civil?

—No se habló aún con la Junta.

—En 2016, ¿será cabeza de cartel?

—Si quieren mis compañeros, sí.

—¿Temen a Hacienda por este caso?

—No. Está supervisada por abogados y asesores fiscales.

—¿Por qué, si está todo tan claro, tardaron tanto en aceptar a trámite la querella contra el señor Rosell?

—No lo sé, pero la Audiencia siempre habla de 57,1 millones de euros, no las otras.