FC BARCELONA
El abogado de Cases dice ahora que habría que "parar" el proceso
El abogado Felipe Izquierdo, representante de Cases, dice que no quiere que "alguien se aproveche de la situación y entre dentro de la querella. Esto no lo quiero".
El abogado Felipe Izquierdo, representante del socio blaugrana Jordi Cases que interpuso la querella contra el ya expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, ha abogado este viernes por retirarla tras la dimisión del dirigente barcelonista pues teme que alguien ajeno al club se aproveche de la querella, y ha asegurado que su representado está "sorprendido" por lo sucedido anoche. "Mi opinión es que pararía ahora (el proceso). Hay un problema y es que, en la fase en la que estamos, podría haber gente que no tiene nada que ver con el Barça que se aproveche de la situación y entre dentro de la querella, y esto no lo quiero", aseguró en 'El món a RAC1' en declaraciones recogidas por Europa Press. En este sentido, recalcó que a su juicio y al de Cases su querella "no tiene nada que ver" con la dimisión de Rosell, una decisión que ha dejado "soprendido" al socio querellante.
Además, Izquierdo desveló que su cliente también ha recibido "muchas amenazas", en referencia a las que aseguró haber recibido el expresidente blaugrana por este caso, y que no sabe si podrá convencerlo para que retire la querella. Por otro lado, en cuanto a que Josep Maria Bartomeu sea el nuevo presidente del FC Barcelona, el abogado cree que el caso podría acabar salpicándole, igual que al vicepresidente económico Javier Faus. "Es una cosa normal del proceso, la instrucción ha comenzado, estamos en el primer día. Nos hemos enterado, al ver los contratos, que Bartomeu y Faus también los han firmado", apuntó.
Según han explicado a Europa Press fuentes de la defensa, el ya expresidente del FC Barcelona no presentará hasta que lo citen a declarar el escrito que tiene previsto para pedir que Ruz se inhiba en este caso, al considerar que debe juzgarse en Barcelona y no en la Audiencia Nacional. Fuentes del club blaugrana han justificado que, como todos los contratos en que se basa la querella --por presunta simulación contractual-- fueron firmados en la capital catalana y no en Brasil, el caso debe pasar a Barcelona.