Qatar | Manolo Jiménez
"En Qatar uno se siente entrenador, no alineador"
Manolo Jiménez entrena desde este verano al Al Rayyan qatarí, un histórico de Qatar que pasa por un mal momento. Asegura que puede ser el mayor reto de su vida.
Manolo, el reto del Al Rayyan qatarí debe ser el mayor de su vida.
—Seguramente. Sobre todo por lo que nos hemos encontrado una vez aquí. El club es uno de los históricos del país pero atravesaba un momento difícil y ahora toca enderezar el rumbo para que no pierda la categoría. He venido con mi equipo de trabajo y hemos absorbido también a alguno de los que estaban antes.
—La diferencia entre sus anteriores clubes y este debe ser abismal.
—Sí, pero en España los técnicos acabamos corriendo el riesgo de convertirnos en alineadores, más que entrenadores. Me doy cuenta de ello ahora, cuando dirijo a jugadores a los que hay que enseñar tantas y tantas cosas. La experiencia en Qatar viene bien para sentirse más entrenador.
—¿Cómo es el fútbol qatarí?
—Muy distinto. La gente apenas tiene arraigo por el fútbol y a los partidos no va casi afición. A mí me ha costado aclimatarme a eso. No es fácil jugar sin público. Por otra parte, hay que estar muy encima de los futbolistas para que vengan a entrenar y den lo que nosotros les exigimos. No hay casi formación. A los chicos jóvenes que destacan por debajo les tenemos entrenando con nosotros. Ya hemos hecho debutar a varios de ellos y son los que mejor están rindiendo.
—Tienen una sala de oración enfrente del vestuario y una mezquita en el estadio. La religión forma parte del deporte.
—Sí, sabemos la fuerte devoción musulmana que hay en Qatar y respetamos las voluntades y creencias de los jugadores. Los rezos nos condicionan cosas como los horarios. Tenemos que organizarnos para que el futbolista disponga de tiempo de entrenar y jugar pero también de ser fiel a su fe.
—¿Y el tema del calor?
—Llegamos en noviembre y hacía mucho. Después, con el invierno, sí bajaron las temperaturas y se ha hecho más o menos soportable. No sé cómo será esto en verano, pero según nos cuentan el calor debe ser casi insoportable. Es otro factor que hace peculiar este fútbol.
—¿Qué le parece que el Mundial de 2022 vaya a ser en suelo qatarí?
—Por una parte es bueno que todos los países del mundo se vean involucrados y sean partícipes de este espectáculo; por otra, hay que ver si se puede jugar efectivamente en verano o hay que trasladarlo al invierno. Cualquiera entiende que a 45 grados jugar al fútbol no es lo mejor. Veremos al final qué es lo que ocurre.
—¿Los dirigentes están tan encima de los técnicos como se dice?
—Algunos tienen interés por lo que sucede en el equipo, pero el nuestro es particularmente respetuoso con lo que hacemos. Sabe que hemos llegado en una situación especialmente compleja y estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano por tratar de revertirla.