Real Madrid
El ‘Messi mapuche’ ya prueba con el Madrid en Valdebebas
La adaptación del pequeño Claudio a sus primeros días en Madrid está siendo sorprendente. Ni siquiera le afecta el frío madrileño de enero.
El Madrid ya tiene en La Fábrica a Claudio Ñancufil, el joven prodigio argentino de sólo 8 años al que en su país han bautizado como el Messi mapuche, la etnia aborigen a la que pertenece este talento de Bariloche, una población situada en los Andes Patagónicos.
Claudito lleva dos días a prueba en Valdebebas y estará otros dos más, antes de realizar un test con el Atlético. También quieren verlo en acción el Barça, River Plate y varios clubes franceses. Pero los primeros que están comprobando su zurda habilidosa son los técnicos madridistas: se entrenó por primera vez el pasado lunes y ayer disputó un amistoso con el Alevín B contra niños dos años mayores. Su entrenador, José Lara, le felicitó tras el partido.
“Ni siquiera le afectó el jet-lag, viene con una ilusión tremenda, tiene una energía increíble. Notó el aspecto físico pero enseguida pidió la pelota, porque tiene personalidad jugando”, explicó a AS el agente que está facilitando su llegada a Europa, Lolo Otero.
El Madrid se ha volcado con el pequeño Claudio: le hizo un examen médico completo y le ha mostrado las excelencias de Valdebebas a su madre y su abuelo, también llamado Claudio. En especial, las virtudes de la nueva y flamante residencia, aunque si acaba fichando por la entidad blanca toda la familia (Claudito tiene un hermano pequeño, Brian) viviría junta en la capital española.
Peleón. La adaptación del pequeño Claudio a sus primeros días en Madrid está siendo sorprendente. Ni siquiera le afecta el frío madrileño de enero. Aunque en Argentina es ahora verano, en su Bariloche natal, al pie de las montañas, estaba teniendo temperaturas cercanas a los cinco grados. Además, ha tenido que superar el condicionante de jugar en hierba porque su club argentino, el Martin Güemes, disputa sus partidos en campos de tierra...
Se declara hincha del Racing de Avellaneda y de Cristiano, aunque sus diabluras con el esférico y su físico aún diminuto recuerdan más a su compatriota Messi. Si el Madrid le incorpora, decidirá si le enrola en el Benjamín A, el que le correspondería por edad, o le sube directamente al Alevín B.