Simao y Sidnei doblegan al Jaén

Pura ciencia fue la resolución de la eliminatoria entre Espanyol y Jaén, pues el equipo de superior categoría sentenció por la vía rápida el 2-2 de la ida, con un gol de Simao a los 12 minutos, y dominó sin pasar apuros ante un rival de la zona media-baja de Segunda A. Las experiencias coperas de Alcorcón y Racing, que habían apeado a Granada y Sevilla respectivamente, hicieron mella en los pericos, quienes no titubearon para cumplir con el expediente y acceder a octavos, donde precisamente se medirán a los madrileños.

La titularidad de Casilla ya suponía toda una declaración de intenciones de Aguirre —no dejar nada al azar en la Copa— aunque tal decisión también presumiera un golpe moral para Germán, el gran damnificado. Aunque el meta catalán tampoco que exprimirse a fondo, más allá de un zurdazo de Víctor Curto a la media hora desde la frontal. El Espanyol supo sesgar la progresión por velocidad de un Jaén que, sin ese atajo del contragolpe, no halló demasiados caminos alternativos hacia ese gol que tanto precisaba para revertir el 2-2 de la ida en La Victoria.

Se podría afirmar que los espacios que los pericos cerraron a los jienenses sobre el césped eran proporcionales a los que había entre aficionado y aficionado en la grada: 5.174, peor (y sonrojante) entrada oficial en la historia de Cornellà-El Prat, en una eliminatoria desigual pero que no estaba ni mucho menos resuelta. A esos valientes que pasaron el torno debería regalarles el Espanyol el carnet de la próxima temporada.

No quería sustos Aguirre, y quién mejor que un futbolista veterano y experimentado para asestar el golpe definitivo hacia la ronda de dieciseisavos ante un rival inexperto. Ese fue Simao, en el minuto 12, con un zurdazo desde la frontal que Hugo Álvarez desvió con el cuerpo lo justo para que entrase rozando el palo. El mismo central y otro portugués, en este caso Pizzi, pudieron sentenciar del todo en el 27’: Álvarez perdió un balón absurdo en el mediocampo y Pizzi se lo llevó, corrió y condujo, pero falló cuando ya lo tenía casi todo hecho para el 2-0.

Thievy lo intentó. Funcionó por instantes la curiosa conexión Thievy-Córdoba, aunque fue el francés quien tuvo las más claras. Primero, en el 34’, se fue por velocidad de Servando y su chut impactó en el lateral exterior de la red. Luego, en la reanudación, se topó con Toni García en una doble ocasión que acabaría con otro disparo de Capdevila rechazado por el meta jienense, con el paso de los minutos un obstáculo para el 2-0 (también desviaría un centro envenenado de Pizzi) tan importante como el poste, donde impactó un zurdazo de Abraham.

Aunque Jona trató de reavivar el partido en el 81’ con una rosca lejana, fue el Espanyol el que acabó de alejar sus fantasmas. A cinco para el final, Sidnei aprovechó un rechace tras una falta para convertir el segundo, su primer gol como perico. Eso sí, en familia.