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MÁLAGA 1 - GETAFE 0

Santa Cruz rescata a Schuster

El delantero paraguayo llevaba sólo un minuto en el campo cuando anotó el único gol del partido. El Málaga acumulaba tres jornadas sin ganar.

Málaga
Santa Cruz rescata a Schuster
Jorge ZapataEFE

El Málaga se llevó tres puntos de platino a costa de un Getafe pulcro pero con escasa ambición. Santa Cruz, en el primer balón que tocó nada más salir al terreno de juego, llevó la alegría a sus incondicionales y la desazón a los madrileños, demasiado especulativos y conformistas con sumar un rácano punto. 

El partido fue emocionante, pero de escasa calidad. El escuadrón de Schuster quería el balón y buscaba el portal de Moyá a través de sus laterales, Gámez y Antunes, que hicieron un trabajo muy completo. Pero el primer aviso lo dio el Getafe a los 12 minutos con un cabezazo en solitario de Rafa bien repelido por Willy Caballero.

En la secuencia previa, los madrileños reclamaron una mano dentro del área de Sergio Sánchez. Involuntaria. Cinco minutos después era Moya quien interceptaba un testarazo inteligente de Sergio Sánchez. A los 22 minutos Juanmi estrellaba en el poste un preciso servicio de Antunes y a los 40, Álvarez Izquierdo convirtió en fuera de juega de Eliseu un claro dos contra uno ofensivo del Málaga que era medio gol. Error. Se llegó al descanso con 0-0.

El Málaga empujaba y el Getafe se encomendaba a la paciencia y al talento de Pablo Sarabia y Pedro León. El partido evolucionaba hacia un quiero y no puedo. Un Getafe organizado frente a un Málaga con mucho corazón y escasos recursos. En una contra, Weligton derriba dentro del área al rumano Ciprian Marica (minuto 64). Posible penalti no señalado.

El reloj corría cansino pero inapelable. Las ideas se nublaban. Schuster recurría a sus veteranos del banquillo, Duda y Santa Cruz, en busca de un destello a balón parado o un golpe de experiencia. ¡Bingo! A los 76 minutos, el paraguayo provocó una falta. Duda la sacó con la maestría que le caracteriza y Roque, en el primer balón que tocaba, cabeceó a la red. 1-0. Mientra la grada lo festejaba, Luis García estrellaba una botella de agua sobre el banquillo en un gesto claro de disconformidad consigo mismo y sus soldados.

El Málaga, necesitado como un galeote, se puso a perder tiempo al estilo antiguo. Agonía. Luis García puso a Lafita en lugar de un defensa, Arroyo. Otro delantero. Demasiado tarde. El Málaga ganó sufriendo y Schuster respira y gana crédito ante una grada aún crítica con él. Al Geta le perdió su conservadurismo especulativo. Muy exagerado.