El Schalke aparta al Basilea y estará en los octavos de final
Al equipo suizo le bastaba un punto para sellar la clasificación, pero Draxler y Matip encarrilaron el partido y la fase de grupos para los alemanes.
El partido disputado esta noche entre el Schalke 04 y el Basilea dio un giro de 180 grados en dos minutos. Una expulsión que pudo haber sido (Höwedes, en el 29'), una lesión (el propio capitán en el mismo minuto) y una roja que sí fue (Ivanov, 31') fueron los ingredientes que permitieron llevarse la victoria al conjunto del cuestionado Jens Keller por 2-0, y, lo que es más importante, su pase a octavos de final de la Champions League. Desahuciado en la Bundesliga y fuera de la Copa, el pase es una bendición para los 'mineros' dentro de una temporada aciaga.
Los suizos, por su parte, a pesar de una gran liguilla donde vencieron en dos ocasiones al Chelsea de José Mourinho, Fernando Torres y compañía, se tendrán que consolar con disputar la Europa League.
Hasta la expulsión del central búlgaro, el equipo suizo se sintió muy cómodo en el Veltnis Arena. No llegaba al área rival con peligro, pero dominaba el balón y jugaba sin complejos. Eso sí, sentía de vez en cuando las acometidas de un rival necesitado de una victoria para lograr el premio del pase. Meyer (11') y Farfán (16') tuvieron claras ocasiones de poner el 1-0.
Pero después de la salida de Ivanov y sin esperar que el Basilea pudiera sacar la cabeza del agua para respirar, los alemanes comandados por la genialidad de Draxler asediaron el área de Sömmer. Farfán,de nuevo, (33' y 42') y Kolasinac (41') trataron de batir al meta suizo antes del descanso.
Y como no podía ser de otra forma, sería el mejor jugador del partido (si no contamos al omnipresente Boateng), por calidad y capacidad, Julian Draxler el que abriese el marcador. El diez minero marcó (50') gracias a un remate soberbio al palo izquierdo de Sömmer al recibir un centro de Farfán.
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Matip aumentaría la renta de su equipo (56'), tras marcar en un escandaloso fuera de juego suyo y de otros cuatro compañeros más. Toda la defensa suiza tiró muy bien la línea en la falta botada por Farfán que precedió al gol, pero para el linier ver cinco alemanes completamente solos le pareció lo más normal del mundo. El germano-camerunés se quedó tan sorprendido de no ver al juez de línea levantar el banderín que tardó unos segundos en batir al meta suizo.
Con el 2-0 el partido se acabó. El Basilea, con el peso de estar con uno menos y por debajo en el marcador, sólo podía resistir las embestidas de un superior y 'malavado' Schalke que deseaba hacer 'sangre' a costa de la debilidad de su rival y así poder dar una gran espectáculo a una afición que ignora si en octavos podrá volver a disfrutar una noche mágica como la vivida hoy.
