El susto acabó en goleada

Vivió el Barça media hora en el alambre en Cartagena, donde el equipo de Tevenet empezó dando un susto al de Martino en un inicio de partido vertiginoso para los locales. No obstante, finalmente se acabó por imponer la lógica y el Barça liquidó el partido por 1-4 apagando así un incendio, pero sin ofrecer síntomas que motivaran que los aficionados culés se fueran a la cama con el convencimiento de que el equipo se ha reincorporado al rail que lleva a la excelencia. Simplemente, se impuso la lógica.

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El Cartagena fue víctima de una salida en tromba que si bien descolocó a un Barcelona que sufrió el síndrome habitual de los equipos de élite que se enfrentan a rivales manifiestamente inferiores, a posteriori les pasó factura. Los locales, en la segunda parte estaban absolutamente molidos y pudieron llevarse un correctivo aún mayor. Únicamente la mala puntería (o la falta de tensión) de los delanteros barcelonista impidió la goleada.

Las alarmas se encendieron entre la culerada cuando Fernando aprovechó un balón perdido por Bartra en el centro del campo para batir a Puyol en velocidad y aprovecharse con un disparo cruzado de las dudas de Pinto, que no supo si salir o guardar puerta.

Animado por su ventaja, el Cartagena optó por irse arriba y ahí fue donde firmaron los locales su sentencia de muerte. El Barça se puso las pilas, empezó a robar balones en el centro del campo y los delanteros empezaron a plantarse ante el portero Limones. Pedro en el 36’ se sacó la espina de dos fallos anteriores incomprensibles marcado el empate a pase de Fàbregas y el propio centrocampista de Arenys marcó el 1-2 ante del medio tiempo con un bonito chut.

En el segundo tiempo, con el Cartagena sin opciones, el Barça se paseó. Pedro marcó el 1-3 y Dongou el cuarto en la primera bola que tocó. El susto acabó en goleada.