Un enemigo con urgencias y el Real Madrid de reivindicación
Acto de homenaje hoy (20:45 C+ Liga de Campeones) a Cristiano pero sin Cristiano y con los deberes hechos. Los turcos necesitan puntos pero se jugarán el pase contra la Juve.
El Real Madrid es un espectáculo multipantalla. Siempre hay algo de interés. Incluso en un día tan insustancial como hoy. La clasificación está conseguida y Cristiano no juega por prevención; por el mismo motivo se lo perderá Xabi Alonso. Sin embargo, habrá caretas de Cristiano, reivindicación del Balón de Oro y un once atractivo porque los chavales tendrán oportunidades: Casemiro apunta a titular y Jesé se disputará el puesto con Di María. También jugará Casillas: quinto partido de la temporada, 131 en Champions. Para él no habrá caretas, ni Salvavidas de Oro. Quizá puente de plata. Los peces tienen mejor memoria.
Competitivamente, el partido es extraño. El Galatasaray llega en plena pugna por el segundo puesto, sin embargo, gane o pierda, su clasificación será segura si vence a la Juventus en Estambul, en la última jornada. Sacar un triunfo del Bernabéu, además de moral infinita, le ofrecerá la posibilidad de pasar a octavos con un empate contra los italianos. Pero insisto: nada tendrán perdido en caso de derrota. Que nadie imagine pues a un visitante desesperado.
Cálculos al margen, el 1-6 del partido jugado hace poco más de dos meses sigue presente hoy. Para el Galatasaray fue una catástrofe que desembocó en la destitución de Fatih Terim y la contratación por tres temporadas de Roberto Mancini (el mismo relevo se produjo en la Fiorentina de 2001).
Pasado. El italiano, que hoy cumplirá 49 años, es un entrenador con un mérito inigualable, pues ningún otro ha estado tan cerca de arruinar a un jeque, el del Manchester City. Después de casi cuatro temporadas de gastos faraónicos, Mancini ganó una Liga en el último minuto, una FA Cup y una Community Shield.
En Estambul, Mancini también se está tomando su tiempo. El Galatasaray ha perdido dos de sus últimos tres partidos y marcha quinto en la Liga turca, a nueve puntos del Fenerbahçe. Su tabla de redención es la Champions, precisamente la asignatura pendiente del entrenador: sólo tres victorias en doce encuentros con el City.
En principio, el rival es perfecto para dar un salto con red y embolsarse el millón de euros con que se pagan los triunfos en la fase de grupos (3,5 más por llegar a octavos). También es el adversario adecuado para probar a Casemiro como compañero de Illarramendi, o para estudiar la conexión de ambos con Isco. Más arriba, Bale repetirá para acumular horas de vuelo y entre Di María y Jesé saldrá el reemplazo de Cristiano. Benzema apunta a nueve, aunque cuesta imaginar mejores minutos para Morata.
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Para los turcos, la única buena noticia es la ausencia de Cristiano, que les ha marcado seis goles en los tres últimos partidos. Entre el portugués (diez), Benzema (cinco) y Bale (cuatro) han firmado 19 de los 22 últimos goles del Madrid. Desactivada la mitad de la amenaza, la esperanza del visitante es que sus viejas glorias parezcan nuevas. Mención especial para Sneijder, envejecido a los 29 años, o para el incombustible Drogba (35), al que Ancelotti no incluyó recientemente en el once ideal de jugadores a los que ha entrenado (lo dejó entre los suplentes, en beneficio de Ibrahimovic).
Qué más decir. Es Champions y es el Real Madrid. Y la cosa combina desde hace 58 años.
