El Oporto se mete en un lío

Jugaba el Oporto con la tranquilidad del pinchazo del Zenit, pero se ha metido un buen lío. Los portugueses, que presumían hasta hace bien poco, de que en O Dragao no perdían en partido europeo desde 2009, han cerrado un ciclo desastroso en casa que les aleja de los octavos: tras perder ante Atlético y Zenit, sólo han arañado un empate ante el Austria de Viena. Las cuentas se complican para pasar: el Oporto tiene que ganar en el Calderón y esperar un tropiezo del Zenit en Viena.

Nada le sale al Oporto en esta Champions y esta vez fue otro claro ejercicio de impotencia. El campeón portugués es muy superior y lo demostró, menos cuando había que hacer gol. El Oporto chutó más de 20 veces sin resultado. El Austria marcó en la primera vez que se vio en campo del rival, todo un desafío para los de Bjelica. Un error grave en la salida del Oporto acabó con el balón en los pies de Kienast, que enfiló la frontal y chutó con la derecha ajustado al palo. El primer gol del equipo en la Champions en su historia.

Con 0-1, le tocó a Lindner sostener a su equipo. Los balones volaban desde ambas bandas con rumbo a Jackson Martínez, que exigió un paradón del meta con un gran cabezazo. También el portero desquició a Defour y a Lucho antes de la media hora. Y sobre todo a la afición local, que rompió a pitar ante la incapacidad de su equipo.

La segunda parte arrancó mejor para el Oporto. En el 48', Josué botó un córner, Mangala cabeceó en el segundo palo y Jackson, también de cabeza, empató. Tampoco varió mucho lo que vino después. El duelo se jugó cuesta abajo hacia la portería del Austria, donde Lindner se hizo enorme. Lucho perdonó en dos ocasiones y Jackson en otras tres. La entrada de Quintero metió chispa al Oporto, que llegó con más claridad al área austriaca, pero sin derribar el muro de Austria que se ganó el punto. Decepcionó el Oporto, que ahora debe esperar un milagro para alcanzar los octavos.