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CELTA

Luis Enrique dirige una sesión con sólo diez jugadores

En rueda de prensa, Hugo Mallo ha subrayado que el equipo se siente fastidiado por la última derrota ante el Rayo y que deben levantar cabeza.

Vigo
Luis Enrique, entrenador del Celta, durante un entrenamiento.
SALVADOR SAS

La plantilla del Celta de Vigo ha entrenado este miércoles en las instalaciones deportivas de A Madroa, en una sesión que se ha caracterizado por la ausencia de jugadores del primer equipo.

Tan sólo diez jugadores de la primera plantilla han formado parte del entrenamiento dirigido por Luis Enrique, pues a la ausencia de los internacionales que están con sus respectivas selecciones se ha sumado la de los seis jugadores que participarán esta noche en el homenaje a Fernando Cáceres en La Romareda.

Los jugadores lesionados, los defensas Samuel Llorca, Jon Aurtenetxe y el argentino Gustavo Cabral y el capitán Borja Oubiña, siguen con su trabajo de recuperación al margen del grupo.

La plantilla del Celta volverá a trabajar mañana jueves y el viernes en las instalaciones deportivas de A Madroa y descansará el fin de semana.

El equipo celeste retomará posteriormente el trabajo el próximo lunes para empezar a preparar el partido contra la Real Sociedad en Anoeta.

Hugo Mallo: "Estamos fastidiados"

El defensa Hugo Mallo, por su parte, ha reconocido que la última derrota ante el Rayo Vallecano (0-2) ha dejado al vestuario celeste "bastante fastidiado", por eso ha abogado por "levantar la cabeza" y "mirar para adelante" para revertir cuanto antes la dinámica negativa en la que están inmersos.

"Hemos estado unos días bastante fastidiados pero no queda otra que levantar la cabeza, mirar para adelante y trabajar más para que no vuelva a suceder y poder darle cuanto antes una alegría a la afición", ha señalado el internacional sub-21 en rueda de prensa.

El lateral derecho ha admitido que a su equipo le está "costando" sumar su primer triunfo como local, al mismo tiempo que ha negado que el equipo juegue "presionado" en Balaídos.

"Personalmente me gustaría que el siguiente partido fuese en casa para sacarnos de una vez esa espina que parece que tenemos clavada. A ver si podemos sacar algo positivo en Anoeta para luego ganar en Balaídos, que ya es hora", ha comentado.

Asume también los silbidos que la afición le dedicó al equipo el pasado sábado: "aunque a nadie le gusta que le piten, somos profesionales y tenemos que aprender de todo esto sin que nos afecte".

"La afición es libre para opinar, para eso pagan su abono y su entrada. Nosotros somos los primeros que queremos ganar en casa para que la afición se vaya contenta. Los aficionados son libres para pensar lo que quieran", ha indicado.

Finalmente, Hugo Mallo, que viene de superar una grave lesión de rodilla, ha confesado: "poco a poco me voy encontrando mejor, pero no me puedo quedar aquí, tengo que intentar acabar los partidos con mayor frescura".