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Juventus - Real Madrid

Cristiano Ronaldo asusta a Turín

Si el Madrid gana obtendrá la clasificación automática. Si gana, y no lo hace el Galatasaray en Copenhague, pasará como primero de grupo a falta de dos partidos (20:45, TVE1).

Cristiano Ronaldo asusta a Turín

El corso Gaetano Scirea, la calle que homenajea al recordado líbero de la Juve y de la Italia campeona del mundo en 1982, conduce al Juventus Stadium, un recinto inaugurado en septiembre de 2011 sobre el mismo terreno donde antes se levantaba el estadio Delle Alpi. El nuevo coliseo tiene capacidad para 41.000 espectadores, casi 30.000 menos que su frío antecesor. Construido para el Mundial 90, Delle Alpi jamás se llenó. Su mejor entrada se registró en la visita (infructuosa) del Real Madrid galáctico en semifinales de la Champions 2002-03: 66.299 espectadores. Baste el dato para comprender que ningún rival genera tanta expectación en Turín como el que hoy visitará su campo. Así se entiende mejor el cálido recibimiento en aeropuerto y hotel.

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Para la Juve, el cambio de hogar ha sido un progreso. En 16 años en Delle Alpi, ganó siete ligas. En dos temporadas en su nueva casa no se le ha escapado ninguna. El estadio roza el lleno en cada partido, su funcionamiento sostenible cumple el protocolo de Kioto y su restaurante sirve cenas con vistas al fútbol por el módico precio de 500 euros (aforo completo contra el Madrid). Al Juventus Stadium sólo le falta encontrar un patrocinador que ilumine su fachada principal; eso sí, no puede ser competencia ni de FIAT ni de Nike.

Al nuevo estadio también le queda vencer al Madrid. Ese bautismo de gloria es, en este caso, una necesidad vital. Con sólo dos puntos (dos empates y una derrota), la Juve está en una situación agónica y abocada a un terrible partido en Estambul en la penúltima jornada. Que llegue allí con más o menos oxígeno dependerá de lo que ocurra esta noche.

Para el Madrid es otro mundo, mucho más plácido. Si hoy gana obtendrá la clasificación automática. Si gana, y no lo hace el Galatasaray en Copenhague, pasará como primero de grupo a falta de dos partidos. Añadan, para reforzar el optimismo, que el Madrid ha marcado al menos un gol en sus 19 últimas visitas en Champions, en las que sólo ha perdido cuatro partidos. Si aún dudan, incorporen a Cristiano: 26 goles en los últimos 21 partidos de Copa de Europa, 55 en todas sus participaciones. Con siete goles en la presente fase de grupos, el portugués se encuentra a uno solo de igualar el récord de Van Nistelrooy, Inzaghi y Crespo.

Cambios. Nadie pone en duda el ataque del Madrid, ni siquiera Antonio Conte, que ayer lo señaló como el mejor del mundo. Entre Cristiano, Bale y Benzema han sumado diez goles en dos partidos y esa misma delantera saltará hoy al césped. Las dudas están atrás, donde los sustos son costumbre y se acumulan cinco goles en dos encuentros. Para solucionarlo, y para seguir repartiendo esfuerzos, volverán Arbeloa y Varane. Junto a ellos, Ramos y Marcelo.

La Juventus, por su parte, se presenta a la cita sin Chiellini, lo que no debería perjudicar mucho al equipo turinés, dado el estado de excitación del central; Bonucci ocupará su puesto. En el mediocampo regresará Pirlo, que no fue titular en Parma, y arriba se espera a Llorente, que también descansó en liga. Quagliarella, que reapareció ante el Parma, se une a los recursos ofensivos.

Con independencia de los puntos en juego, los alicientes son casi infinitos. Zidane jugó en la Juventus (1996-2001) y Ancelotti ocupó su banquillo (1999-2001), con Conte de capitán. Aunque nunca fue aceptado por su pasado milanista, la consideración hacia Carletto descendió hasta los infiernos cuando volvió al Milán y les ganó la final de la Champions de 2003.
Xabi Alonso, pretendido por los juventinos, retomará el timón acompañado de Modric y Khedira, mientras Casillas proseguirá su duelo casi eterno con Buffon.

Desafío. El Madrid no gana en Turín desde que lo hizo hace 51 años con gol de Di Stéfano (minuto 78). Sucedió en el mítico Comunale, llamado en origen estadio Benito Mussolini porque fue el Duce quien lo mandó construir en 1933.

Aquel campo ha sido sustituido por un coqueto Stadium ecológico donde se sirven cenas a precio de crucero. Allí buscará el Madrid lo nunca visto: ganar vestido de naranja.