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LEGANÉS 1 (3) - RACING 1 (5)

Mario pide cita ante un grande

El Racing llegó a los penaltis y su portero se vistió de héroe. El Leganés se adelantó con un gol de Álvaro y empató en el 47’ con un penalti.

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LEGANÉS 1 (4) - RACING 1 (5)
LEGANÉS 1 (4) - RACING 1 (5)RAFA APARICIODIARIO AS

El día que Koné llegó a La Albericia en 2010 en chanclas, lloviendo y con un par de botas en la mano para que Portugal le dejara entrenar como prueba, nadie en el Racing, ni el propio ariete africano, pensaría jamás lo que su persona supondría en un campo de fútbol tres años después. En Leganés, no jugó de inicio pero desde que comenzó a calentar en el 37’ con 1-0 en contra, la grada, el rival y, por supuesto, sus compañeros no le quitaban ojo. Es para este equipo un líder. Un coco para los centrales. A él se aferró el equipo cántabro para pasar de ronda y citarse con un rival que vendrá de jugar en Europa. La caja lo agradecerá. El Racing sufrió hasta los penaltis, pero con Mario todo es posible. Su parada en el tercer penalti a Fer fue clave.

Real Racing Club Santander, SAD

Mario fue el héroe, pero Koné supuso la resurrección (marcó un penalti). Es el único capaz de sembrar miedo y convertir un pelotazo en asistencia. Un solo minuto le bastó, el primero de la segunda parte, para incordiar desde su aislada posición en un extremo, forzar dos saques de banda y arrinconar al Lega por primera vez. En uno de ellos, Lafuente buscó el balón en el área, se lo acomodó, se revolvió como una culebra y forzó el penalti del empate y una roja que ponía la noche de cara tras mucho sufrimiento.

Hasta entonces todo había sido complicado. Desde ese momento, todos los pronósticos daban como ganador al Racing. Tenía orden y pelea, y aunque le faltaba algo de fútbol en las botas de Andreu y Soria, había dado un paso adelante tras volver de vestuarios. Fue una buena reacción. Todo habían sido intenciones sin dominio en el centro. Sin llegada ni desborde. Koné no hizo maravillas pero su sola presencia contagia. Mariano dejó de correr por correr y encontró un socio junto al que pegarse. Miguélez por fin halló un destinatario. Las sensaciones eran buenas. Hasta que Iñaki se obcecó en devolver la igualdad del primer tiempo y vio una roja imperdonable en el 63’.

El Leganés se volvió a crecer. Había llegado poco pero bien. Con once amenazó un par de veces y encontró premio con una buena jugada colectiva. Carlos buscó la espalda de la defensa en una caída a banda y su centro, medido y sutil, fue rematado al segundo palo por el jugador con más calidad entre los 28 participantes: Álvaro García. Por algo lleva el diez. Después, ofreció poco más. Pundonor si acaso. Por eso vio cómo le empataban. Y mucho menos con diez. El Racing fue quien tuvo las mejores ocasiones. Sobre todo una de Miguélez (19’), una de Mariano (43’) y una de Kone (74’). Sólo Fer llevó peligro en el Lega.

La prórroga terminó por machacar a los equipos, muy castigados tras la Liga, y por terminar de enfadar a Butarque, que pidió dos penaltis con vehemencia que bien pudieron ser. No se señalaron y los que sí se tiraron dieron al Racing la posibilidad de seguir invicto (y van 13) y de recaudar algo de dinero. Que en plena crisis, no es poco.