B. DORTMUND 3 - MARSELLA 0
El Borussia golea a medio gas a un flojo Olympique Marsella
Dos goles de Lewandowski y otro de Reus dieron los tres puntos al equipo del sancionado Klopp. Sin grandes alardes, y pese a las bajas, los de Dortmund fueron muy superiores.
Volvió a sonar el himno de la Champions en el Signal Iduna Park de Dortmund con varias caras nuevas en el once inicial del actual subcampeón europeo respecto al equipo que maravilló la temporada pasada en el viejo continente. Además de la marcha de Mario Götze al Bayern Múnich de Pep Guardiola, Gündogan, Piszczek y Schmelzer se encuentran aún recuperándose de sus respectivas lesiones, Weidenfeller –el meta titular– vio el encuentro desde la grada al ser expulsado en la primera jornada frente al Nápoles, mientras que Blaszczykowski comenzó el encuentro desde el banquillo antes de saltar al césped con el partido resuelto, en el que precisamente no se encontraba Jürgen Klopp, sancionado por la UEFA con un partido tras encararse con uno de los asistentes en el mencionado choque en Nápoles.
Sin brillar en exceso, y con el freno de mano echado, el líder de la Bundesliga no tuvo la menor complicación para golear al Olympique de Marsella con dos tantos de Lewandowski y uno de Reus.
Pese a las bajas, el Borussia tuvo claro lo mucho que se jugaba en la visita del Olympique de Marsella desde el primer minuto. Comenzó ahogando, con su habitual presión adelantada, la salida del balón del conjunto francés, aunque no consiguió traducir en ocasiones de gol este frenético inicio. Marco Reus probó fortuna con un par de lanzamientos desde la frontal. El primero se marchó desviado y el segundo fue atajado con una buena estirada de Mandanda. Los de Élie Baup consiguieron despojarse de la presión alemana a raíz de un contragolpe que acabó con Khalifa en el suelo. El colegiado Fernández Borbalán no apreció derribo por parte del joven lateral Erik Durm. Acertó el español, quien contó con Muñiz Fernández como uno de los dos jueces de área.
Los de Klopp rebajaron el listón y cedieron el dominio del balón al Olympique para aprovechar la velocidad de sus hombres de ataque. Tras un lanzamiento de falta lateral por parte de los visitantes nació el primer gol del encuentro merced a una contra en el minuto 19 a la que se sumaron hasta cinco ‘borussers’ en un abrir y cerrar de ojos. Reus cruzó el balón hacia Mkhitaryan, que se encontraba en el costado derecho del área, este cruzó hacia el otro lado para la llegada de Durm, quien puso el balón en el corazón del área pequeña para que Lewandowski tan sólo tuviera que empujarlo a la red con su pierna izquierda.
El gol supuso un mazazo para los galos, que a punto estuvieron de recibir un segundo tanto tres minutos después. Mandanda sacó a bocajarro un remate franco de Lewandowski, tras una combinación de Sahin con Grosskreutz, en lo que fue la mejor jugada de unos primeros 45 minutos que no tuvieron mucho más que ofrecer. El Olympique tuvo un mayor control del balón, aunque totalmente estéril de cara a ocasionar peligro en la portería defendida por Langerak. Echaron en falta al lesionado Gignac, la referencia en punta de los de Baup. El Borussia tampoco quiso forzar la máquina y se dejó llevar por inercia, la cual le brindó un gol bien anulado del ariete polaco por fuera de juego previo de Hummels.
Poco cambió tras la reanudación, si acaso se percibió una ligera mejoría del Borussia frente a un inoperante Olympique de Marsella, que si no pone remedio en tres semanas frente al Nápoles está llamado a ser la cenicienta del llamado ‘grupo de la muerte’. Un saque de falta lejano y escorado a la izquierda de Reus que no encontró rematador botó un metro delante del portero galo, quien no logró reaccionar a tiempo y acabó viendo como el balón dirigido por el internacional alemán se introducía en su portería en el minuto 52.
El segundo gol tuvo un efecto letal para los franceses, que comprobaron como sus tímidos intentos de recortar diferencias eran respondidos acto después por contras con mucho mayor aroma de gol. El Borussia, que ni mucho menos hizo su mejor encuentro, se limitó a buscar sin especial ahínco el tercer gol, sabedor que con el 2-0 del luminoso el encuentro estaba más que sentenciado.
No obstante, fueron varias las ocasiones o llegadas protagonizadas por los alemanes. Durm estuvo cerca de completar su buen encuentro con el premio del gol, pero Mandanda estiró la pierna y redimió sus pecados en el segundo gol de la noche. Quien no perdonó fue Lewandowski al convertir un penalti cometido por N’Koulou sobre Reus a diez minutos del final. Hubo tiempo de poder aumentar la cuenta germana, pero Mandanda lo impidió.