El Inter remonta y se coloca segundo a costa de la Fiorentina

La Fiorentina tenía todo a favor para ganar al Inter en Milán, pero se dejó robar la cartera por un conjunto nerazzurro nulo en la primera parte. Tras el gol de Rossi, el equipo viola pecó de confiado, intentó defender su ventaja y se le escapó el partido. La defensa flojeó y el Inter, entre la hostilidad de su propia afición, tiró de coraje. Su verticalidad chocó con la tierna defensa rival, que hizo aguas. Cambiasso y Jonathan dejaron los tres puntos en el Giuseppe Meaza.

Alergia al balón. Al menos es lo que el Inter mostró durante la primera parte. La Fiorentina dominó, buscando el gol a base de toque y tranquilidad hasta que el balón caía en las botas de Joaquín y saltaban chispas. El desborde del andaluz fue el látigo de los de Florencia: casi todas las jugadas de peligro pasaban por sus pies. Mientras, los locales se dedicaron a esperar un contragolpe para salir a la carga desde su propia área. Porque hasta los minutos finales de la primera parte, la presión estaba en la frontal y la intensidad, por los suelos. Taider y Ricky Álvarez consiguieron llegar al área de Neto tras buenos contraataques, pero poco más.

Antes del descanso, la lesión de Pasqual hizo que tres españoles vistieran de blanco. Entró Marcos Alonso y se unió a Joaquín y Borja Valero, titulares en la Fiore.

El Inter intentó salir de la cueva tras el parón. Los de Mazzarri presionaron más arriba y eso les proporcionó mejores acercamientos. El Inter no es un equipo que combine, prefieren mirar hacia delante y cuanto más rápido, mejor. El cambio en la actitud de su rival desconcertó a la Fiorentina, aunque no pareció grave cuando Rossi convirtió un penalti claro sobre Joaquín.

Verse con ventaja en el marcador sentenció al conjunto viola, que dio un paso atrás para intentar aguantar el resultado. El Inter cogió la pelota y, siempre fiel a su verticalidad, le echó carácter, el mismo del que la Fiorentina adolece. Además, tuvieron la suerte de su lado. En el minuto 72, Neto no logró despejar un balón colgado tras un saque de esquina. Barullo en el área y el esférico le llega a Cambiasso, que, bien ubicado, lo bajó con el pecho y empató el partido.

Los visitantes tardaron en reaccionar y cuando intentaron volver a buscar el área rival, se despreocuparon de su propia retaguardia. Jonathan cazó un balón en el área y, ayudado por la blanda defensa rival, colocó en la red un potente obús que dio los tres puntos a su equipo. Corría el minuto 83. El Inter pudó sentenciar, pero volvió a sus orígenes, se metió atrás y se dedicó a despejar. Ambrossini pudo empatar en el descuento. No lo consiguió y el Inter se pone segundo con 13 puntos, los mismos que el Nápoles y la Juventus.