Mourinho ya ha caído ante Madrid, Bayern, Everton y Basilea

El Chelsea de Mourinho lleva dando bandazos desde que echó a rodar y antes de ayer pegó tres vueltas de campana al perder en Londres frente al Basilea, en teoría una de las cenicientas de la Champions.

La derrota en la Copa de Europa le ha sentado como un tiro al patrón del Chelsea, Roman Abramovich, a quien el técnico portugués lleva citando de largo desde hace tres semanas. Mou se queja de que el magnate no le ha fichado todo lo que él ha querido. Según el Daily Mail, el ruso se ha hartado y tras la derrota contra el Basilea bajó al vestuario del Chelsea junto a su director deportivo, Eugene Tenebaum, y abroncó al portugués. Mou ya sabe que tiene que iniciar el despegue de inmediato o tendrá que escuchar eso de que segundas partes nunca fueron buenas. Sus explicaciones por la derrota ante el equipo suizo empiezan a sonar a excusa. "No estoy feliz, claro. Hemos dado un paso atrás en la calificación, pero tenemos que asumir la responsabilidad. El partido se complicó porque el Basilea nos empató cuando mejor estábamos jugando, pero aún tenemos cinco partidos por delante para acabar entre los dos primeros". El grupo del Chelsea, en el que además del Basilea están el Steaua y el Schalke, es de los más fáciles de la Champions. Pero al salirse en la primera curva, Mourinho se queda sin margen de error en la fase de grupos.

Desde que empezó la temporada, Mourinho no le ha dado a Abramovich más que disgustos. Para empezar, el portugués perdió contra el Real Madrid en el Sun Life de Miami en amistoso más serio de la pretemporada. Un gol de Marcelo y dos de Cristiano, que lanzó una mirada desafiante a Mou, dejaron en evidencia a un Chelsea en el que los tres jugadores españoles, todos internacionales, no están teniendo el más mínimo protagonismo. La afición del Chelsea reclamó a voces y también con pancartas la presencia de Mata en el partido ante el Basilea, pero Mourinho no le puso hasta el minuto 67. A Torres (un fichaje de Abramovich que él ha puesto en duda con la contratación de Etoo) le mandó directamente a la grada, y con Azpilicueta la ha tomado desde que el jugador acudió al amistoso de España en Ecuador, el 14 de agosto. Para justificar estas decisiones, Mourinho aprovechó una videoconferencia con el Canillas para pegarle un pellizco a Del Bosque. "No creo que sea problema para los españoles del Chelsea jugar poco o mucho. En la Selección de España juegan otros que son suplentes en sus equipos", dijo Mourinho en lo que se ha entendido como un ataque a Iker Casillas.

Mientras, el Chelsea vive en una tensión permanente. Perder la Supercopa de Europa frente al Bayern de Múnich fue un palo para los ingleses. Y más aún para Mourinho, que vio como su nuevo equipo cedía ante el equipo nuevo de Pep Guardiola el primer título oficial de la temporada. La marcha del Chelsea en la Premier tampoco es para tirar cohetes. Siete puntos en cuatro jornadas. Va sexto clasificado, es decir fuera de las posiciones que dan derecho a jugar en Europa. La derrota contra el Everton fue especialmente dura por ser el exequipo de David Moyes, el técnico al que Ferguson eligió como su sucesor en el Manchester United, un puesto para el que también se había postulado Mou.

El horno no estaba para bollos con todos estos antecedentes, pero lo que realmente ha encendido las alarmas en Londres ha sido la derrota contra el Basilea, la primera en los últimos treinta partidos del Chelsea en su estadio en la Champions.

En este ambiente, el técnico portugués no quiso echar más leña al fuego y mostró un perfil bajo en su comparecencia ante unos medios de comunicación que ya empiezan a criticarle. Mourinho no señaló a los jugadores tras la derrota: "Siempre que perdemos la responsabilidad es mía, de nadie más". Parece haber aprendido la lección de lo que le pasó la pasada temporada en el Real Madrid, en donde cargó abiertamente contra los jugadores tras las derrotas en Liga ante el Getafe y el Sevilla y el ambiente se volvió irrespirable en el vestuario madridista.

En Londres creen que Mourinho hará lo que pueda hasta enero, y que si no le va bien pedirá más refuerzos a Abramovich. Pero a la vez recuerdan que los once jugadores que alineó inicialmente ante el Basilea son internacionales con sus respectivos países, y también los tres que puso de refresco.

Lo que no creen en Inglaterra es que el portugués cargue contra los árbitros para justificar su mala racha. Ni contra los árbitros, ni contra los entrenadores contrarios, ni contra su platilla ni contra el empedrado, algo que sí hacía en España.