Estoril: un novato para endulzar el debut del Sevilla en Europa

Se asoma de nuevo el Sevilla a Europa, a la competición que le dio fama hace ya algunos años. Ya no es quien fue (ocupa el puesto 40 del ranking UEFA) y, de hecho, está explorando cómo será su nueva piel pero de momento, el sorteo le hizo un bonito guiño. Fue en Portugal, exactamente en Madeira, donde empezó el sueño europeo de la era Del Nido que coronó con dos títulos. Fue en 2003. Esta vez el Sevilla arranca en Estoril ante un rival modestísimo y novato que eliminó en las previas a Ramat Gan y Pasching (Austria). Son sus únicos cuatro partidos europeos y no tiene ningún futbolista de fama.

De momento, hay más ilusión que resultados. Tal vez por eso, más de tres mil sevillistas se plantarán hoy en el modestísimo Antonio Coimbra. El Estoril se ha puesto encantado el traje de víctima. "El Sevilla es un monstruo", ha dicho su presidente Tiago Ribeiro. Aún hay ruido por el expolio de Muñiz y expectación por el regreso de Emery a Mestalla. Pero Unai no quiere distracciones. Ni rotaciones. Marin liderará el equipo y Rakitic podría esperar su oportunidad. Hay, en cambio, cierto embrollo con sus posiciones. De momento Emery lo ha solucionado al gusto de los jugadores. El alemán es feliz en la mediapunta y el croata prefiere ver el fútbol de cara. Así se lo ha dicho a todos sus técnicos.

El Sevilla se parte un poco ahí, pero esta es la apuesta actual de Emery. Obligado a ganar fuera para aclarar el grupo a la espera de alguna prueba más seria (Friburgo), el Sevilla se presenta en la competición con pretensiones. Se imagina en la final de Turín, ambicioso, pero no sería un mal inicio lograr que su nombre vuelva a sonar en Europa. Hace años que se esfumó.

Cerca de 2.500 aficionados del Sevilla presenciarán el partido entre el Estoril y el Sevilla. Numerosos autobuses y centenares de coches se desplazarán hasta Lisboa. Una marea poco usual para un viaje europeo, pero dada la cercanía (cuatro horas en coche) ha servido para que la gente se anime. El primer viaje europeo del Sevilla en la liguilla que servirá para ver cómo un estadio adversario, con los colores amarillo y azul del Estoril, se transforman en el rojo y blanco de los sevillistas.