Rusia arrebata a Portugal el liderato al derrotar a Israel

Rusia arrebató hoy a Portugal el liderato del Grupo F al derrotar a Israel (3-1) en un partido de muchos nervios y poco fútbol, que se decidió con dos goles de los locales en apenas tres minutos al comienzo de la segunda parte. Con 18 puntos en ocho partidos, uno más que la selección de Cristiano Ronaldo, los rusos tienen ahora en sus manos la clasificación directa para el Mundial de Brasil, tras perderse las últimas dos citas en Alemania (2006) y Sudáfrica (2010).

Al equipo entrenado por el italiano Fabio Capello le bastaría con ganar los dos partidos que le restan en Luxemburgo y Azerbaiyán, aunque si sufriera algún traspiés en alguno de esas dos salidas, tendría casi asegurada la repesca. Paradójicamente, la primera parte fue un querer y no poder del equipo local, que dispuso del control territorial, pero no llegó a crear apenas ocasiones de gol.

Los israelíes cerraron muy bien las bandas y apenas dejaron espacios a los rusos, que en escasas ocasiones pudieron conectar con sus delanteros, que le habían marcado cuatro goles a Luxemburgo el pasado viernes. Las primeras ocasiones dignas de tal nombre la tuvo en sus botas Shirókov, que remató al larguero tras un centro desde la derecha mediada la primera parte (m.20) y escasos minutos después disparó al lateral de la red de volea, ante la atenta mirada de Aouate.

El equipo visitante dio varios avisos y en el minuto 43 Barda dio un buen susto a la afición congregada en la antigua capital zarista rusa con un remate de cabeza que salió fuera por poco tras una salida en falso del siempre seguro Akinféev. La mejor ocasión del primer tiempo la tuvieron los rusos antes del descanso, pero Kokorin decidió ceder el balón a un compañero cuando lo más fácil hubiera sido disparar a puerta, lo que dio tiempo al guardameta israelí para tapar su portería.

A Capello no le gustó nada el juego de sus pupilos en el primer tiempo e introdujo dos cambios en el vestuario que cambiaron la suerte del encuentro, entre los que figuraba Dzagóev, el mejor futbolista ruso en la pasada Eurocopa, pero suplente para el italiano. Durante los primeros minutos de la segunda parte los rusos presionaron como si les fuera la vida en ello y encerraron a los israelíes en su campo. No obstante, tuvo que ser un defensa, Berezutski, quien regresaba al equipo tras cumplir una sanción, el que abriera el marcador en una jugada individual.

Tras robar un balón en el centro del campo, avanzó hasta el área grande rival, cedió la pelota a un compañero, que se la devolvió en el corazón del área y el central ruso, como si se tratara de un consumado delantero, remató de primeras al palo largo de la portería defendida por Aouate (m.49), que sólo acertó a seguir el balón con la mirada. Sin tiempo para el respiro, tres minutos después Rusia dio la puntilla a Israel y selló la victoria con una obra de arte de la nueva estrella del fútbol ruso Alexandr Kokorin (Dinamo Moscú).

Con medio equipo israelí encerrado en su área, Samédov recibió el balón por la derecha y centró raso al borde del área grande, donde sin pensárselo dos veces Kokorin se sacó la manga un fenomenal disparo de primeras ante el que no pudo hacer nada el portero del Mallorca. En apenas tres minutos lo que amenazaba con convertirse en una pesadilla, acabó por ser una fiesta para los rusos, que no dejaron de intentar incrementar su ventaja en el marcador durante toda la segunda parte.

Israel introdujo varios cambios en un desesperado intento de remontar, pero apenas inquietó la portería rusa y encajó un nuevo gol tras un penalti por mano de uno de sus futbolistas. El disparo de Shirókov se topó con el poste derecho, pero hoy la fortuna estaba con los rusos y el balón cayó en las botas de Glushakov que marcó a puerta vacía, mientras Aouate yacía en el suelo.

Entonces, los israelíes aprovecharon una momento de relajación de la defensa local para marcar el gol del honor en el minuto 93 por mediación de Zahavi. Para Rusia, que guarda un mal recuerdo de las repescas, ya que fue eliminada por Eslovenia de camino a Sudáfrica, es crucial clasificarse para Brasil, ya que organizará en 2018 por vez primera la Copa Mundial.