VALENCIA 2 - BARCELONA 3
Un 'hat-trick' de Messi da al Barça el partido del vértigo
El argentino marcó tres goles en la primera mitad, pero un doblete de Postiga antes del descanso metió al Valencia en el partido. El magnífico tiroteo final no cambió nada.
Valencia y Barcelona se vistieron de Premier para jugar un partido frenético de esos en los que uno se cansa hasta cuando lo ve por la tele en el sofá de casa. El acierto de Messi y Valdés pudo más que el de Postiga y Diego Alves. Los de Martino se olvidaron de la pausa, del tiki-taka y del juego de posición y plantearon un encuentro a calzón quitado, de intercambio puro de golpes que parecía decidido cuando en el minuto 40 ganaban por 0-3. Pero al descanso se llegó con 2-3 sin que nadie supiera cómo. En una segunda parte de vértigo, con ocasiones en cada área y con los porteros de ambos equipos convertidos en titanes, el marcador ya no varió. Un enorme partido de fútbol para los espectadores y la promesa de una úlcera de estómago para los entrenadores de ambos equipos, que tienen mucha tela que cortar.
Los dos técnicos tienen tantos motivos para estar orgullosos del coraje que mostraron sus jugadores atacantes como para preocuparse por lo que ofrecen sus escuadras en defensa. Los centrales de Valencia y Barça ofrecieron ayer todo un recital de cómo no debe de jugarse un partido de fútbol. Valga de prueba que se vio claramente como Diego Alves y Valdés repasaron varias veces el árbol genealógico de sus zagueros.
En el Valencia, media hora de embobamiento de Rami y Ricardo Costa le permitió al Barça ponerse 0-3 en un decir jesús. Y casi siempre con la misma jugada, recuperaba Busquets, se la cedía a Cesc que habilitaba el pasillo del centro para que Messi o Neymar entraran como cuchillo en mantequilla. Al brasileño le anularon un gol antes de que Messi inaugurara el marcador en el minuto 10. Luego, volvería a marcar en jugada calcada en el 39 y redondearía el hat-trick en el 40 a pase de Neymar. Parecía que el partido estaba sentenciado.
Se avecinaba una segunda parte emocionante y no defraudó. No hubo goles, pero las ocasiones se sucedieron de una portería a otra a velocidad de la luz. El Barça fue incapaz de dormir el partido y esconder la pelota. Al contrario, los culés se lanzaron en una carga de caballería liderada por Messi a por el Valencia, pero toparon con un Diego Alves sencillamente soberbio.
Y si el Barça atacaba por raso, el Valencia lo hacía por aire. La debilidad del Barça en el juego aéreo es un drama de proporciones bíblicas. No hubo un balón aéreo que no fuera de los jugadores de Djukic. Pero si en una portería estaba Diego Alves, en la del Barça estaba un Valdés que sigue empeñado en despedirse del club haciendo la mejor temporada de su vida. Gracias a él, el Barça logra llegar al parón de Liga líder con 9 puntos sobreviviendo al vértigo.