Petr Cech salva a un Chelsea escaso de ideas

El Aston Villa volvió a Londres pocos días después de su machada en el Emirates (1-3), pero no pudo repetir hazaña contra el Chelsea. Los de Mourinho dominaron el esférico, pero se mostraron intermitentes. Sólidos en defensa, aunque poco inspirados arriba, se chocaron una y otra vez con la defensa visitante. Un dudoso gol de Ivanovic en el minuto 73 dio la segunda victoria de la temporada liguera al conjunto londinense en el partido correspondiente a la tercera jornada de la Premier, adelantado porque el vigente campeón de la Europa League juega la Supercopa de Europa contra el Bayern el viernes 30.

El Chelsea dio la sensación de querer emular sus primeros 25 minutos contra el Hull City y desplegar su mejor fútbol contra el Villa. Los de Mourinho presionaban muy arriba y apenas dejaban dar dos pases seguidos a su rival, impotente. En esa superioridad llegó el primer gol del partido: Hazard, a sus anchas, puso a prueba al guardameta Guzan desde la izquierda. El portero despejó el balón, con tan mala suerte que el esférico le rebotó a Luna en el pecho y acabó en el fondo de la red. Iban cinco minutos de partido.

Los blues mantuvieron la presión, pero el juego no fue deslumbrante. Al contrario. Estaban sólidos atrás, pero también el Villa. Por un lado, a Benteke no le llegaban balones, con lo que la pólvora de los visitantes no podía explotar. Por otro, los locales dominaban la posesión, pero arriba les faltaron ideas para buscar la portería. A eso se añadía el buen trabajo defensivo del Aston Villa.

En el minuto 40 llegó una mala noticia para el Villa. El defensa Clark tuvo que abandonar el campo por una brecha, producto de un encontronazo con Demba Ba (el francés le dio con los tacos en la cara de forma involuntaria). En su lugar entró el debutante Okore.

Cuando parecía consumida la primera mitad, el Aston Villa convirtió su única opción de peligro hasta entonces. Agbonlahor desbordó por la banda izquierda y puso en el área un balón raso que fue a parar a los pies de Benteke. Al del Congo le dio tiempo a levantar la cabeza y ajustar el balón al palo izquierdo antes de que los defensas se le echasen encima.

En la segunda parte, al Aston Villa le duró el subidón y arrancó más agresivo, pero pronto el Chelsea se puso a su altura. El partido basculaba de un campo a otro sin que ninguno de los dos equipos consiguiera pisar el área rival. Dos buenas defensas y la falta de imaginación tenían la culpa de la sequía.

En torno al minuto 60, los visitantes tuvieron dos claras oportunidades. Por Stamford Bridge pasó el fantasma del Arsenal-Villa. Primero Agbonlahor, con un disparo desde la frontal, y después Weimann, que hizo emplearse a fondo a Cech, decisivo. El Villa tenía a los de Mourinho contras las cuerdas cuando el luso movió el banquillo. Entraron Lukaku y Schurrle por Ba y Mata. Los cambios dieron otro aire a los londinenses, que con Lukaku en punta crearon más peligro. 

Ivanovic fue el protagonista de los minutos clave del partido. El público visitante pidió la expulsión del serbio por propinarle un codazo a Benteke, pero solo vio la amarilla. A los tres minutos fue el propio defensor el que dejó sin puntos al Villa. Lampard sacó una falta que Ivanovic cabeceó a gol en fuera de juego.

El Chelsea seguía dominado (su posesión durante todo el partido estuvo en torno al 70%), pero durante los últimos minutos el Villa intentó la sorpresa. Solo Cech frustró sus intenciones con dos paradones que salvaron dos goles en el añadido. Aún quedó tiempo para la polémica: hubo una mano de Terry en el área que se quedó en nada.