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ALCORCÓN - TENERIFE

Rubén Sanz recibe el alta tras golpearse con una valla

El capitán del Alcorcón chocó con la cabeza y una ambulancia tuvo que entrar al césped. Tras pasar la noche en observación, los médicos le han dado el alta médica.

Alcorcón
Ruben Sanz saludando a sus compañeros tras recibir el alta médica.
adalcorcon.com

El capitán del Alcorcón ha sido dado de alta esta mañana tras pasar toda la noche en observación y ser sometido a diveras pruebas para descartar los médicos cualquier tipo de lesión en la cabeza, consecuencia del golpe que sufrió anoche durante la primera jornada de Liga Adelante, que le produjo un traumatismo craneoencefálico.

Tras pasar la noche en observación después de ser sometido a diversas pruebas para descartar que hubiera lesiones

Rubén Sanz chocó con una valla del Estadio Santo Domingo durante la segunda parte, concretamente en el minuto 49, del partido ante el Tenerife y recibió un fuerte golpe en la cabeza que le dejó inconsciente. Una ambulancia entró en el mismo césped del feudo amarillo para primero atenderle y luego trasladarle inmediatamente hasta el centro hospitalario Sur de Alcorcón para ser tratado. Jony Ñiguez fue su sustituto.

Miguel Álvarez, técnico del Alcorcón, declaraba que Rubén Sanz se encontraba "bien" y que no había motivo para la preocupación. "Parece que está bien, está consciente y nos ha asustado un poco a todos. No tenemos un primer diagnóstico aún, pero nos han dicho que no estemos preocupados", dijo el técnico en rueda de prensa al término del partido.

A la salida del centro hospitalario, el jugador con claros síntomas de mejoría, se ha acercado al entrenamiento matutino del equipo para saludar a sus compañeros. Todo parece indicar que el próximo miércoles podría reincorporarse a la disciplina del equipo con normalidad.

Por su parte, Cristo Martín, jugador del CD Tenerife con el que peleaba Rubén Sanz por la posesión cuando se chocó, aseguró hoy que cuando le vio la cara al rival después del incidente, se puso muy nervioso y se llevó un susto increíble: "La cara fue lo peor, se le fueron los ojos y no se movía. Fue una sensación mala y una situación difícil, yo estaba preocupado porque estaba en la acción".

El tinerfeño que se desplazó al hospital al finalizar el encuentro para interesarse por el estado de salud del jugador del Alcorcón, ha admitido que cuando llegó al hotel de concentración por la noche "no podía ni comer", por lo que pidió permiso al cuerpo técnico para poder desplazarse a verle: "Me dijo que son cosas del fútbol y que la primera culpa de lo ocurrido la tiene el campo, porque la valla está pegada". El propio jugador del CD Tenerife ha comentado que el jugador alfarero le mandó un mensaje esta mañana para decirle que ya le habían dado el alta.