La eficacia rojilla se impuso al dominio de los azulgranas

El Mirandés inicia la temporada sumando sus tres primeros puntos del campeonato. Los rojillos sufrieron al límite para doblegar a un Barcelona B que dispuso de innumerables ocasiones para haber obtenido un mejor resultado (2-1).

El primer aviso serio corrió a cargo del conjunto azulgrana. La calidad que atesora el filial salió a relucir en un medido pase entre líneas de Edu Bedia que dejó solo a Joan Román delante de Prieto. El guardameta chileno evitó el primer tanto del encuentro pero, sin tiempo para asimilar la acción, de nuevo el Barça B pudo adelantarse en el electrónico. Prieto salvó con los pies el disparo a bocajarro de Dongou que no se encontraba en posición antirreglamentaria pese a las protestas de los jugadores locales.

En todas las aproximaciones, el equipo de Sacristán era más veloz que la defensa mirandesista. Dani Nieto, con un gran quiebro sobre César Caneda, se internó en el área. Sin embargo, su disparo se marchó desviado a la izquierda de la portería. El fútbol es caprichoso y, pese al dominio visitante en los primeros compases, fue el Mirandés el que aprovechó una indecisión defensiva azulgrana para marcar el 1-0. El canario Iriome fue el más listo de la clase en un balón muerto dentro del área y, con un toque sutil, esquivó la salida de Masip. Durante algunos minutos, el gol pesó como una losa sobre la escuadra visitante, pero el Barça B reaccionó en la recta final. Dongou avisó con un disparo raso que salvó Prieto con su manopla zurda y, poco después, Patric estrelló el balón en el palo tras una precisa dejada de Dani Nieto.

Tras el paso por los vestuarios, el choque se le puso de cara al equipo rojillo. Iriome conectó con Díaz de Cerio en la frontal del área y el lanzamiento ajustado del ariete donostiarra se coló pegado al poste derecho de la meta azulgrana (2-0). El Barça B no bajó los brazos y rápidamente recortó diferencias al aprovechar Dani Nieto el despeje de Prieto (2-1). Acto seguido, Dongou volvió a ganar la espalda de la defensa rojilla y el portero chileno salvó a bocajarro, esta vez, la posible igualada del filial. El encuentro recobró protagonismo a falta de quince minutos para el final. Dongou cabeceó por encima del travesaño un envío de Sandro, cuando ya se mascaba el empate en las gradas.

El nerviosismo se apoderó de Anduva. El Barça B buscaba la igualada y Prieto volvió a aparecer como si fuese un ángel para desbaratar la ocasión de Nieto. El desgaste físico del Mirandés era más que evidente y los cambios tampoco pudieron refrescar el juego rojillo que, con mucho corazón, trató de mantener el marcador. Los visitantes fueron acumulando ocasiones de peligro. Sandro disparó alto el balón ante la desesperación de su entrenador en el banquillo que no se podía creer las acciones fallidas.

El choque concluyó con polémica. El filial protestó una posible mano de César Caneda en la última acción que el colegiado apreció como involuntaria. Los rojillos aguantaron el resultado y suman sus tres primeros puntos de la nueva campaña.