El Zaragoza se da un festín ante el Athletic en Las Llanas

El Zaragoza sigue inmaculado en la pretemporada. Esta vez la prueba era mucho más seria, por encima de la toma de contacto de Teruel y Nàstic. Y a la media hora cabalgaba por Las Llanas con un 0-3, haciendo lo justo, como equipo grande, muy práctico. Un corner, un error del contrario y tres disparos certeros. El Athletic fue un flan defensivo absoluto. En dos partidos y medio cero goles. Sin mucho criterio, la primera parte fue un canto al quiero y no puedo. Valverde sacó al verde a todo el bloque suplente, con las incrustaciones de Ekiza, Balenziaga y Aduriz, que llevan el cartel de básicos en el proyecto de Txingurri. Da pinta de que el partido del sábado contra el Niza será ya una prueba básica con Iraola, San José, Aurtenetxe, Beñat, Herrera, Susaeta, Sola y Munian. Ayer movían los hilos Íñigo Pérez y Galarreta, que salen de lesiones graves y es normal que se note.

Paco Herrera no se complicó la vida. Porcar estaba llamado a guerrear en punta, pero lo envió al flanco derecho y fue rotando peones en esa zona de vanguardia para ir trazando un bloque dinámico y polivalente. Atrás, con las líneas juntas, esperó acontecimientos. Bajo la batuta del orden, a salir rápido a la meta contraria. Sestao era un horno. A casi 40 grados en el inicio del partido, los equipos pararon en la primera parte cada cuarto de hora para refrescarse. En la segunda no hizo falta porque ya daba la sombra y entraron hombres de refresco.

Excepto un disparo de Ibai, a pase de Galarreta, hubo poco reseñable en el arranque de los rojiblancos, que alegraron a la parroquia de Sestao con Toquero, muy aplaudido por su pasado verdinegro. Balenziaga tuvo un par de aventuras por su banda. En una de ellas, centró para un remate a bocajarro de Galarreta que paró Leo Franco. Los cambios dispersaron el bolo una pizca más. Un córner de Ibai fue a la cabeza de Toquero para conectar un bonito tanto, el del honor bilbaíno. Etxeita culminó una mala tarde con un despeje acrobático que le produjo un latigazo en las cervicales. Se retiró tras ser atendidos. Valverde puso a parte de su corte celestial (Muniain, Iturraspe, Sola y Beñat), pero apenas cambió el panorama. Kike Sola erró una ocasión colara cerca del final. La pólvora sigue mojada.