Guardiola sólo reúne a 7.000 aficionados en su primer día

La era Guardiola en el Bayern ha comenzado. Ayer, el nuevo entrenador del conjunto teutón dirigió su primer entrenamiento en la capital bávara bajo una enorme expectación. Alrededor de 7.000 aficionados y 180 periodistas acreditados presenciaron en el Allianz Arena en directo los primeros pasos del español al frente del vigente campeón de Europa. Fue la primera vez en la historia del club que se cobra una entrada de cinco euros en una sesión de entrenamiento, dinero que la entidad donará a las víctimas de las graves inundaciones recientemente sufridas en Baviera.

A las 17:02, Pep Guardiola, vistiendo ya el chándal de su nuevo equipo, pisó el césped del Allianz y recibió una cálida ovación por parte de los hinchas.

El de Santpedor sólo pudo contar con 16 profesionales, entre ellos Lahm, Neuer, Ribéry y Müller, a los que se sumaron seis canteranos. Schweinsteiger, Badstuber y Götze faltaron por lesión. Además, Javi Martínez, Dante y Luiz Gustavo están disputando la Copa Confederaciones, ausencias a las que se sumaron las de los restantes internacionales como Robben y Mandzukic. A ellos el club les ha concedido unas vacaciones más largas.

Después del calentamiento habitual, dirigido por Lorenzo Buenaventura, los jugadores hicieron varios rondos, siempre bajo la atenta mirada de Guardiola, que no dudó en acercarse a sus nuevos jugadores y corregirles su posicionamiento. Acto seguido dieron comienzo los ejercicios que Pep tenía preparados, eso sí, siempre con el balón en los pies.

A las 18:30 horas, después de firmar algunos autógrafos y saludar a la hinchada del Bayern, Guardiola cerró su primera sesión de trabajo en Múnich con una sonrisa. "Hemos trabajado mucho con balón", constató Müller ante los medios. "Su charla fue 80 por ciento en alemán, pero también se sirvió del inglés". Ribéry añadió: "Tiene un carácter muy positivo".