EUROPEO SUB-21 | ESPAÑA 3 -HOLANDA 0
España se mete en semifinales abriendo la puerta grande
Superó a Holanda reservando muchos titulares. Morata volvió a marcar. Isco y Álvaro Vázquez completaron el trabajo. De Gea hizo una parada decisiva. Nos espera Noruega.
Los teóricos suplentes impregnaron de tiqui-taca el último partido del grupo, el que consolidó a España como primera en detrimento de Holanda. De este modo se evitó a Italia en semifinales y el rival será Noruega, a priori mucho más cómodo. Los cambios en la alineación propiciaron un equipo con mucho toque, más que cualquier otro entre los confeccionables. Sarabia, Thiago, Muniain, Isco. Todos querían la pelota, necesitaban alimentarse de ella, vivir de ella. Se movieron en su búsqueda y así movieron a la defensa rival, abierta y sin otra forma de entender este juego que arriesgando atrás. Es curioso, el primer equipo en todo el torneo que quiso jugar de tú a tú a España, iniciando desde el portero y tocando el balón, se vio desbordado como ningún otro. Y es normal. Dejar sueltos y no mostrar los dientes a los artistas españoles implica irremediablemente sufrimiento.
Así lo dejó entrever Thiago al entrar en el área y levantar la cabeza, aunque sin un destinatario concreto. Poco tardó Isco en hurgar en la misma herida y hacer suyo el partido. Al malaguista se le queda pequeño el torneo, minúsculo, y tras una recuperación de Thiago puso el balón a Sarabia, que gentilmente se lo cedió a Morata. El ángel del delantero madridista volvió a aparecer para marcar su tercer gol en tres partidos.
Holanda estaba destinada a sufrir y sólo Van der Hoorn cruzó su mirada con De Gea en una acción a balón parado. Pero allí aguarda el portero del futuro de España, otro al que se le queda pequeña esta Eurocopa, y con reflejos al más puro estilo Iker mantuvo invulnerable su guarida. Así son los porteros decisivos, los que paran y a continuación miran cómo su equipo marca. Tal cual sucedió. Muniain se paseó por la línea de creación y dibujó un pase perfecto para Isco, capaz de controlarlo con la espuela como si nada y definir de zurda ante el portero. Tan tranquilo.
El primer puesto del grupo estaba asegurado y la única misión desde entonces fue mantener el listón. Holanda se atrevió a contradecir esto con un tiro de falta de Depay que se topó de nuevo con De Gea, inconmensurable, pero si alguno mereció variar el marcador fue España. Ya sin Isco, incluso después sin Thiago, coleccionó opciones en las botas de Illarra, Álvaro Vázquez y Carvajal, señal evidente de que este equipo no son once brillantes jugadores sin más, sino una plantilla larga, generosa y predispuesta. De Gea puso una nueva firma casi al final del partido con otro paradón y Álvaro Vázquez redondeó la noche con el tercero, un caramelo regalado por Sarabia. España ya atisba la final. El sábado, en semifinales, el último obstáculo: Noruega.