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GETAFE 1 - RAYO 2

El Rayo hace fortuna con la mala suerte del Getafe

El Rayo se llevó la victoria frente al Getafe (1-2), en un encuentro en el que remontó, con tantos del Chori Domínguez y Diego Castro en propia meta, el gol inicial de Rafa López.

El portero del Getafe CF, Miguel Moyá, intenta evitar el avance del argentino Chori Domínguez, del Rayo.
Víctor LerenaEFE

El Rayo chocó de lleno con la suerte. Un gol en propia puerta de Diego Castro en el minuto 90 le dio la victoria. Una jugada desgraciada para el Getafe, que no mereció la derrota, ya que de justicia era el empate. Resbaló Barrada y perdió el balón, lo cogió Lass, avanzó y, lo que era un mal pase, acabó en gol en propia puerta en el intento de ayuda defensiva de Diego Castro.

El Rayo es octavo con 52 puntos, pero no tiene la Europa League asegurada. Es tan rocambolesco el caso, que el Getafe, décimo con 47 puntos, aún tiene opciones de ir a Europa, ya que sobre el Málaga pese una sanción de un año sin jugar en competiciones europeas y el Rayo está impedido al denegarle la UEFA la licencia para jugar en Europa por irregularidades financieras.

El partido tenía el cartel de 'Se busca gol', pero lo que aparecieron fueron porteros. Moyá y Rubén, soberbios. Rubén y Moya, inmensos. El repertorio de paradas de uno y otro dio para llenar dos salas de museo. Ellos fueron los mejores.

Los entrenadores llaman ‘el otro fútbol’ a todo aquello que sucede en un partido sin balón de por medio, o lo que acontece con balón pero sin peligro de gol. El Getafe-Rayo tuvo mucho de ese otro fútbol, sobre todo, en la primera mitad.

Los dos equipos jugaron con más prisas que aciertos. De inicio sufrió el Getafe, que perdía espacios al mismo ritmo que ganaba tiempo para terminar de colocarse.

El Rayo fue el primero en soltar puños. Lo hizo en dos ocasiones y ambas a balón parado, dos faltas directas. La primera la ejecutó Gálvez con desviada puntería, pero la segunda, botada por Trashorras, fue de las se canta gol aunque luego no entre. Lo evitó la mano derecha de Moyá, que voló hasta la escuadra derecha para evitarlo.

Entre ocasión y ocasión, correr y correr, mucho despliegue, muchas ayudas al marcaje, notoria tensión, el otro fútbol. En el 33’, Pedro León avanzó a la carrera hasta colarse en el área, pero cunado tenía la pierna armada y justo antes de fusilar a Rubén, apareció por detrás Figueras, metió el pie y desvió a córner.

En el Rayo, la alternativa a los delanteros era José Carlos, quien jugando en banda derecha tiraba diagonales hacia el centro y las finalizaba a zurdazos. El del 43', rozó el poste. Queriendo o sin querer, el partido se fue llenando de tarjetas. Al descanso ya eran seis, lo que hablaba de la intensidad defensiva.

La segunda parte trajo otro aire. Más frescor, más fútbol, y nada más iniciarse llegó el 1-0. Sacó el córner Pedro León y Rafa cabeceó en el primer poste. Tres años llevaba Rafa sin marcar un gol y ayer rompió el maleficio.

El Getafe se ponía delante a balón parado, nada nuevo. Es el equipo de la Liga que más rendimiento saca a las jugadas de balón parado, en las que cuenta con el mayor especialista, Pedro León. Que no extrañe si un día el Getafe marca desde el pitido inicial, siempre que saque de centro Pedro León.

Casi sin levantarse de la lona, el Rayo respondió al golpe y de inmediato logró el empate. Fue una jugada tan rápida como bonita, con gran pase de Trashorras entre espacios para Domínguez, regate con filigrana de éste para sortear a Moyá y gol.

Con el 1-1 el partido rompió en fútbol y llegaron las ocasiones. En el 65’, un disparo lejano de Lafita obligó a Rubén a sacar el buen portero que lleva dentro. Lo mismo, pero en la portería contraria, sucedió en el 80', cuando un gran disparo de Lass sólo pudo ser sacado por una enorme parada de Moyá a mano cambiada.

En el 85, Diego Castro buscó la vaselina y picó el balón por de Rubén, pero el meta rayista desvió a córner con la yema de los dedos. Estaba el parido para que cayera el gol. Se podía adivinar en una y en otra portería, pero nunca el modo del desenlace, esa jugada desgraciada que no sólo acabó con el gol de Diego castro en propia puerta, sino con la lesión de Bardada, que abandonó el campo en camilla al abrirse como un compás en su resbalón.

Sigue el gafe del Getafe cada vez que tiene delante al Rayo, el único equipo al que nunca ha ganado en Primera. Él único contra el que siempre pierde.