ATLÉTICO DE MADRID | LA INTRAHISTORIA
El 'Profe' Ortega: clave en el éxito del Atleti campeón
El Profe es un hombre que deja huella entre los jugadores. Mantiene una relación muy estrecha con los futbolistas, pero al mismo tiempo los exprime al máximo.
Óscar Ortega, el Profe como le conocen todos sus pupilos del vestuario rojiblanco, es una de las cuatro patas que sustentan al cuerpo técnico rojiblanco compuesto por él, Pablo Vercellone, el Mono Burgos y Simeone. Y gracias a él, el Atlético demostró una gran capacidad física en la prórroga de la final de Copa ante el Madrid. Mientras que Mourinho hacía tres cambios antes de jugar la parte decisiva del encuentro, el Cholo decidió continuar con los mismos once que comenzaron el partido. Una de las señas de identidad del Atlético es su fortaleza física, base de la intensidad que es la bandera del Cholo. El culpable de esa faceta es el Profe. Uruguayo de nacimiento e hincha de Peñarol de corazón, ha vivido el fútbol en Argentina, España, México, Colombia, Chile e incluso en Japón. De todos los lugares ha ido creando un estilo propio y característicos que hacen de su trabajo algo singular. Comenzó en España en el Sevilla de Marcos Alonso, con el que logró subir a Primera en la 98-99. Acompañó al exjugador rojiblanco al Atlético en la primera temporada en Segunda (00-01) y posteriormente se fueron al Zaragoza en la 02-03.
Pero su momento clave sería en la 2004-05. Era la primera temporada de Manzano en la ribera del Manzanares y el preparador físico del equipo era el uruguayo. Allí, el Profe conocería a Simeone en su regreso al club de sus amores. El Cholo volvió a vestir la rojiblanca al final de su carrera y se quedó prendado del preparador físico. A partir de ahí comenzaría un vínculo que hoy aún continúa. Tras un fugaz paso por el Málaga con Manzano tras dejar el Atleti, el Cholo le llamó para que fuera su preparador físico. No pudo negarse. Así compartieron vestuario en Racing, Estudiantes, River, San Lorenzo, Catania y Atlético con un palmarés de un Torneo Clausura, un Apertura, una Europa League, una Supercopa de Europa y la última Copa del Rey. Lejos quedan las acusaciones de que no tenía el título homologado cuando llegó al Atleti.
El Profe es un hombre que deja huella entre los jugadores. Mantiene una relación muy estrecha con los futbolistas, pero al mismo tiempo los exprime al máximo. Las pretemporadas son infernales. Los jugadores acaban las jornadas de doble sesión desencajados, pero luego rinden al máximo durante el curso. Siempre es el encargado de abrir el entrenamiento llevando a cabo la parte físico-táctica. Pero también hay lugar para las bromas y la motivación. Es el primero en crear buen ambiente entre sus pupilos y de lograr que den el máximo. Antes de que el Cholo dé la charla en el vestuario en un partido, el Profe da la suya y motiva a los jugadores como si ese partido fuera el último. Mantiene la concentración y la tensión de tal manera para que los rojiblancos salgan como una moto al comenzar encuentro.
Los pasillos en los que el jugador que pierde en un ejercicio pasa entre todos sus compañeros, los cuales le dan varias collejas, son habituales y una muestra de la unidad y buen ambiente en el equipo. Y frases como la de "quema el piso" para estimular a sus muchachos al realizar un ejercicio son una costumbre. Siempre está pendiente de los suyos y trata de motivarles personalmente. Así en los entrenamientos rojiblancos se puede oír: "Diego Costa, mueve la pelota que tú tienes samba". Es un amante de la cábala y tiene su propio ritual antes de los partidos. Por ejemplo, entre otras muchas cosas, en las últimas tres finales siempre se ha dado un abrazo con uno de sus amigos. Lo ha repetido en las tres y en las tres el Atleti salió campeón.