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BARCELONA - BAYERN

El Barça se aferra a Leo Messi para soñar con el milagro

Desde el club se ha querido diferenciar este partido de la remontada ante el Milán, cuando el Barça volteó el 2-0 con el que llegó de San Siro ganando por 4-0.

Barcelona
DESATADO. Messi sembró el caos en la defensa del Athletic en cuanto puso el pie sobre el césped de San Mamés.
Juan Flor

El bajón con el que el Barça regresó de Múnich el miércoles pasado ha ido templándose con el paso de la semana. La rueda de prensa de Vilanova el viernes y, especialmente, la media hora brutal de Leo Messi en San Mamés ha devuelto cierta esperanza de cara a la gesta del día 1. También ayudó la debacle del Madrid en Dortmund, aunque este hecho tenga más calado en el barcelonismo que en el Barcelona.  

En Barcelona nadie apela a planes de remontadas heroicas ni se mentan espíritus de ex jugadores. Saben en Can Barça que para lograr el milagro hará falta suerte, un partido perfecto y por encima de todo, fútbol, mucho fútbol. Y ese último argumento no se puede dar sin la presencia de un Leo Messi en plenitud.

El plan del Barça de cara al partido del miércoles no pasa por ninguna otra circunstancia que no sea jugar para ganar el partido. Así de simple. A partir de ahí, se verá si el objetivo sigue en Urano, o se ha acercado a tiro de piedra.

Explicaba Tito Vilanova el viernes en su primera comparecencia tras su convalecencia que "no nos planteamos un número de goles antes del descanso. De hecho, ellos llegaron a la media parte del partido de ida ganando sólo por 1-0".

En el mismo sentido se expresó Andrés Iniesta quien habló de "ir paso a paso. Primero a ganar el partido y luego ya se verá si podemos acercarnos al objetivo"

No es el Milán. Desde el club se ha querido diferenciar este partido de la remontada ante el Milán, cuando el Barça volteó el 2-0 con el que llegó de San Siro ganando por 4-0. Ese día, los jugadores sabían que eran mejores que el Milán, ahora tienen enfrente a un adversario mucho más temible.

No obstante, el día del Milán tuvieron en Leo Messi la figura que empezó a marcar las diferencias. El argentino abrió el marcador a los cinco minutos y antes del descanso ya había igualado la eliminatoria.

Ahora, ante el Bayern, cualquier opción de milagro pasa por un partido descomunal del mejor jugador del mundo. Con él desatado sobre el campo cualquier cosa puede pasar. Incluso un milagro de este calibre.