LIGA BBVA | DEPORTIVO 1 ATHLETIC 1
El Depor sobrevive a Llorente
Bruno Gama marcó el tanto para los coruñeses desde la frontal del área. Llorente, titular por tercer partido consecutivo, marcó con la cabeza el gol del empate.
El Depor llevaba sumando de tres en tres las últimas cuatro jornadas, pero ayer un solo punto le supo a gloria. El motivo se llama Athletic, Iraola, Herrera, Susaeta, pero sobre todo Fernando Llorente. El navarro, que no marcaba en Liga desde el mes de septiembre ante el Espanyol, fue titular por sorpresa y se convirtió en una pesadilla para la defensa coruñesa. Un martillo pilón que marcó un gol decisivo, pero que pudieron ser más de no ser por la madera, Aranzubía, algún error propio y Bielsa, que lo sustituyó en el 76’ de forma incomprensible para el alivio de Riazor.
Otro Fernando, Vázquez en este caso, había avisado del peligro del Athletic y su ritmo. Los leones salieron como él esperaba, pero el Deportivo, en lugar de esperar, aceptó el reto. La apuesta estuvo igualada cerca de un cuarto de hora, cuando Llorente, de espaldas a portería y escasos tres metros de Aranzubía, se revolvió y disparó alto. Primer aviso. Cuatro minutos después impactó un cabezazo que también se marchó alto por poco. Segundo aviso.
Poco a poco el Athletic se iba haciendo dueño de un partido que estaba donde él quería, en el intercambio de golpes, el robo y la velocidad. Ganó las tres batallas y además tardó muy poco en descubrir que la banda izquierda del Deportivo era un auténtica autovía sin límite de velocidad. Iraola y Susaeta le ganaron una y mil veces las espaldas a un desesperado Silvio que veía como la línea de fondo se convertía en área libre de impuestos para coser a centros a un desorientado Deportivo. El lateral portugués no daba una, cierto, pero las ayudas de Bruno Gama no llegaban nunca, lo mismo que el repliegue de Juan Domínguez era demasiado lento para la velocidad a la que circulaba el Athletic. En uno de esos centro llegó un nuevo remate franco de Llorente, que de nuevo salió fuera. Tercer aviso.
Pero en esa dinámica, el Depor apareció una vez, y de qué manera. En una saque de banda inocuo, Bruno Gama le robó la cartera a Iturraspe, se abrió para coger ángulo y soltó un derechazo con rosca que se coló en la escuadra de Iraizoz. La alegría le duró a Riazor seis minutos, los que tardó Iraola en contactar de nuevo con la cabeza de Llorente. A la cuarta no hubo aviso, hubo gol.
Repliegue.
El empate llegó al borde del descanso y el intermedio le sirvió a Fernando Vázquez para bajar del palco, pasar por el vestuario y cambiar el guión del partido. El Depor se olvidó de intercambiar golpes para dedicarse a esperar. Se ordenó en defensa, aunque la banda izquierda siguió siendo un coladero, en busca de otro zarpazo que le diese la victoria. El Athletic aumentó su posesión, pero bajó su peligro a pesar del acoso. En el 69’ llegó la más clara para los leones con una triple oportunidad, que no debió ser tal ya que nació de fuera de juego. El primer remate de Llorente encontró el palo, el segundo a Aranzubía y el tercero de Herrera ya se fue a las nubes.
Vázquez lo veía tan mal que sacó a Valerón para meter a Assunçao. Genio por músculo. Bielsa lo vio tan bien que sacó a Llorente para meter a un Aduriz que además de ser suplente, vio como lo cambiaban de nuevo en el 89’. Sin el navarro, Aythami y Kaká respiraron, porque el peligro de los leones bajó exponencialmente.
Arreón contra diez.
A pesar del dominio del Athletic, el Depor se pudo llevar el partido en los últimos diez minutos tras la expulsión de Iturraspe, que vio la segunda amarilla en una jugada en la que llegó a tocar balón. Los coruñeses, más por la superioridad numérica que por fútbol, encerraron a los rojiblancos, pero el milagro de la quinta victoria no llegó y, además, no sería justo.
El punto le sabe mejor al Depor que al Athletic, pero le vale más a los vascos que a los gallegos. A la espera del Celta-Zaragoza la distancia con el descenso es la misma, ocho para unos, dos para otros, pero con una jornada menos. Osasuna, que también empató, continúa en el mismo sitio. Todo sigue igual, pero con Llorente resucitado, que nos es poco.